Banfield borró a Boca

Noche negra para Boca, que en la previa de la revancha contra Corinthians perdió 3-0 frente a Banfield y dejó en claro qué hay muchísima diferencia entre titulares y suplentes.

El primer tiempo fue todo de Banfield, que se plantó en plena Bombonera, impuso condiciones y sorprendió por completo a Boca. El Xeneize estuvo desconocido, mostró falencias defensivas, perdió las divididas y casi que ni generó situaciones de gol.

La primera emoción de la noche llegó a los 20 minutos, luego de que Giuliano Galoppo reciba un centro desde la derecha y ensaye una tijera que se metió en el palo izquierdo del arco del Riachuelo. Sorpresa total en la Ribera y desahogo en el elenco visitante.

Tiempo después, a los 33′, Gastón Ávila dejó corta una pelota en salida, los del Sur aprovecharon el regalo, movieron para izquierda y desde allí surgió el tanto de Ramiro Enrique, quien durmió a todos y la empujó solo dentro del área, tras un gran centro del “Perro” Urzi.

Y para culminar una primera etapa de novela, la visita marcó el tercero a los 37′: Enrique, otra vez, infló la red por segunda vez en la noche y decretó el baile total en la Ribera. Sorpresa para propios y extraños.

En el inicio del complemento, Boca intentó manejar la pelota, tuvo la posesión, pero careció de ideas para llegarle con claridad a Enrique Bologna. Sebastián Battaglia recién movió el banco a los 25 minutos, pero quitó a un volante central y puso a otro en la misma posición: Jorman Campuzano por Esteban Rolón.

El trámite del encuentro, como era de esperarse, no mutó demasiado y el Xeneize siguió cometiendo errores que llevaron a la memoria a viejos tiempos, en donde el equipo no era protagonista y se arrastraba dentro del verde césped.

Banfield, tranquilo y disfrutando de una jornada de la que hablarán varias generaciones de hinchas, no perdió el orden, bajó la intensidad y descanso en el resultado. Claudio Vivas también movió el banco para darle aire a los suyos y hasta se dio el lujo de poner a Jesús Dátolo.

El “porque a Boca lo quiero” que bajó de las tribunas decoró un viernes súper olvidable para los últimos campeones, que el próximo martes se jugarán el semestre ante Corinthians, también en el Alberto J. Armando, por la revancha de los octavos de final de la Copa Libertadores de América.