BOCA - RIVER
El camino de Boca para llegar a la final de la Copa Libertadores
Boca ha atravesado un carrusel de sensaciones hasta llegar a la final. Ha dejado muchas dudas durante gran parte de la competición, pero siempre ha sabido competir.
Boca ha atravesado un carrusel de sensaciones hasta llegar a la final. Ha dejado muchas dudas durante gran parte de la competición, pero siempre ha sabido competir y reponerse gracias a la calidad de sus futbolistas y al carácter que ha trasladado Guillermo a su equipo. Basando su juego en la solidez defensiva, el xeneize ha alcanzado su 11ª final.
Una fase de grupos de infarto
Boca cayó en uno de los grupos más complicados de la primera fase. Palmeiras, Junior y Alianza Lima serían los rivales para alcanzar los octavos de final. Por si fuera poco, el equipo entró en un mar de dudas tras la Supercopa Argentina que perdió ante River de forma clara. Conseguir cuatro puntos en las dos primeras jornadas alentaba a pensar que la clasificación podría llegar pronto. Sin embargo, empató y perdió contra Palmeiras, complicando el pase.
Viajó a Colombia para enfrentar a Junior con la necesidad de ganar para depender de si mismo en la última jornada, pero solo pudo cosechar un empate. El futuro se ponía negro: Boca tenía que ganar a Alianza Lima y confiar en que Palmeiras, ya clasificado, le ganase a Junior. Las voces más pesimistas aseguraron que los brasileños perderían a propósito. Nada más lejos de la realidad, Boca hizo los deberes goleando 5-0 a Alianza y Palmeiras acabó con los colombianos para ayudar a clasificar al equipo xeneize.
La Bombonera les llevó a semifinales
Libertad de Paraguay, que había hecho una gran fase de grupos, fue el rival de Boca en octavos de final. Un duelo muy igualado en el que Boca tenía claro que hacer un buen partido de ida en La Bombonera sería clave para conseguir pasar de ronda. Y así fue: Ramón Ábila y el recién llegado Mauro Zárate hicieron los goles en un 2-0 que dejaba de cara la eliminatoria. La vuelta se complicó con un gol de Cardozo en los primeros minutos, pero los de Guillermo acabaron arrollando al conjunto paraguayo con goles de Pavón, Zárate, Tévez y Cardona.
En cuartos llegó Cruzeiro, otro equipo brasileño plagado de talento. La aplastante victoria en octavos colocaba a Boca como favorito, pero debía jugar otra vez el primer partido como local. El plan fue el mismo y funcionó a la perfección. Boca volvió a marcar dos goles en La Bombonera y dejó su arco a cero. La vuelta fue un partido loco, que el Xeneize no pudo controlar en ningún momento. Sassá, en el 57', ponía picante a la eliminatoria y no fue hasta el minuto cuando el hincha respiró con el gol de Pavón.
Benedetto, el héroe contra Palmeiras en semifinales
Las dudas sembradas ante Cruzeiro y el gran momento del Palmeiras de Scolari hacían temblar a Boca. Además, sería la tercera eliminatoria con el factor de cancha en contra. La Bombonera, que tan buen resultado les había dado en las dos rondas previas, volvía a ser protagonista. La ida fue un partido lento, de mucha brega en el mediocampo y sin un dominador claro. Darío Benedetto fue el héroe inesperado. Salió en la segunda mitad y anotó dos goles en los últimos minutos de partido. Un nuevo 2-0, esta vez ante todo pronóstico, que encarrilaba el pase a la final.
El Allianz Parque de Sao Paulo esperaba a Boca. En un partido trepidante, Palmeiras, empujado por su público, marcaba en los primeros minutos, pero su gol era anulado por el VAR. Poco después marcaba Ábila y rebajaba los ánimos paulistas. Luan y Gómez, en menos de diez minutos, acercaban a los brasileños, pero cuando parecía que la remontada se iba a cerrar apareció, de nuevo, Benedetto, silenciando a los 55.000 hinchas del verdao y alcanzar la histórica final ante River.