Instituto logró el empate ante Estudiantes y subió a la Liga Profesional de Fútbol

Instituto de Córdoba es el tercer representante de la provincia mediterránea en la Primera División, al empatar 1-1 ante un bravísimo Estudiantes que dejó todo. Espinoza se robó el show, expulsando a Lusnig en el primer tiempo y a Alderete en el complemento, dejando al Pincha con 9, en un mal arbitraje.

Consciente de la ventaja deportiva, Instituto especuló y manejó los tiempos del partido, ante un Estudiantes que atacaba y empezaba a tener chances pasado el cuarto de hora del encuentro. Antes del primer cuarto de hora, del córner un precioso centro de Pereyra para la cabeza de Juan Cruz Randazzo y la locura Pincha para el 1-0 en Alta Córdoba.

Instituto sintió el golpe los primeros minutos, pero luego fue a buscarlo y tuvo situaciones para desequilibrar. El árbitro Fernando Espinoza se robó el show. Primero mostrando la tarjeta roja a Lautaro Lusnig por un choque. Además, el técnico de Estudiantes, Walter Otta también fue expulsado por Espinoza.

En el complemento, los de Lucas Bovaglio consiguieron la igualdad, por intermedio de Fernando Alarcón, también de cabeza, pero en clara posición adelantada no advertida por el juez de línea. No hay VAR y la Gloria acariciaba el ascenso.

La segunda amarilla de Elías Alderete (había sido amonestado en el banco por protestar antes de su ingreso) selló las chances de Estudiantes, que se mantuvo vivo hasta el final y con la ineficacia en los contragolpes de Instituto para liquidarlo de manera definitiva.

Así las cosas, con la igualdad 1-1 y con un pésimo arbitraje de Espinoza, le bastó a Instituto, que por ventaja deportiva al haber terminado arriba de Estudiantes en la tabla general, logró el ascenso después de 16 años gracias a la ventaja deportiva.

Estudiantes, que terminó con empujones y reclamos a Espinoza, cerró un gran reducido y sin perder, se quedó con las manos vacías y con un año más en la segunda división, donde no retorna a la máxima categoría desde 1977.