¡Boca, supercampeón!

Noche perfecta para Boca, que goleó a Patronato en la final de la Supercopa Argentina y volvió a gritar campeón en el plano local. El equipo estuvo a la altura, redondeó una correctisima final y le bordó una nueva estrella al escudo del club.

El primer tiempo fue casi todo del Xeneize, que se hizo cargo y asumió el protagonismo tantas veces exigido. Con buen circulación de mitad hacia adelante, el elenco de la Ribera generó varias situaciones claras y mereció la diferencia mínima con la que se fue al descanso.

Después de varias ocasiones malogradas que privaron a los hinchas del grito, Darío Benedetto abrió el marcador a los 42 minutos y puso a los suyos arriba: Nicolás Figal hizo una gran jugada por el costado izquierdo, fue de un lado al otro, tiró el centro atrás y encontró al 9, que fusiló al arquero para poner el 1-0 parcial.

Andrés Merlos adicionó 5′ más, ya que el juego estuvo detenido debido a que el VAR se tomó su tiempo para analizar la acción en la que Luca Langoni quedó mínimamente adelantado, y el elenco de Entre Ríos casi llega al empate tras mínimas desatenciones defensivas de su rival, pero tuvo poca eficacia en los metros finales.

El inicio del complemento le sirvió a Boca para liquidar la final y jugar la última media hora al trote. A los 52 minutos, Pipa ganó en las alturas tras un córner desde la derecha y marcó el 2-0. A los 57′, Sebastián Villa y Frank Fabra se asociaron por la izquierda como en los viejos tiempos y Benedetto solo tuvo que empujarla tras un gran pase del lateral izquierdo: 3-0, goleada y hat-trick para el atacante.

Hugo Ibarra movió el banco, le dio rodaje a varios de los que habitualmente no son titulares, hizo descansar a varios de los que van a jugar el lunes vs. Defensa y Justicia, y sólo debió esperar a que los minutos se consuman para volver a festejar. Los de Paraná jamás lograron meterse en partido y padecieron la última media hora.

El club más popular del país aprovechó el tramo final para demostrar que puede competir y estar a la altura de lo que requiere su historia. El aliento incesante que bajó desde las tribunas no se detuvo ni un segundo y el “¡otra vuelta Boca!” decoró una jornada redonda. Sana costumbre: Boca campeón.