Boca jugó mal y dejó escapar dos puntos

Boca y Huracán igualaron sin goles en un aburrido partido de lunes por la noche. Poco fútbol, demasiada imprecisión. Se cortó la racha de cinco victorias consecutivas.

El Xeneize no disputó un buen primer tiempo y careció de ideas para imponerse ante la visita. El Globo, bien plantado y sin achicarse, fue al frente y dio batalla.

Matías Cóccaro ensayó un taco dentro del área y estuvo cerca de anotar. Luego, Franco Cristaldo también probó de media distancia, pero su tiro se fue por encima del travesaño. Esas fueron las más claras para los de la Quema.

Darío Benedetto, de floja primera parte, también quiso sorprender desde afuera, pero no tuvo puntería. Luca Langoni también tuvo la suya y la erró. El mediocampo no creo juego y se notó en la merma del conjunto azul y oro.

Ya sin Pipa en cancha, sustituido por un malestar corporal, los dirigidos por Hugo Ibarra salieron a jugar el complemento, pero fueron demasiado monótonos a la hora de atacar. El entrenador metió doble cambio antes de los 15 minutos y sorprendió a todos: Alan Varela afuera, adentro Juan Ramírez. Aaron Molinas, de floja noche, le dejó su lugar al paraguayo Óscar Romero.

Huracán se tomó su tiempo, nunca perdió el orden, le bajó un cambio al desarrollo, pero manejó muchísimo mejor el balón que los de la Ribera. Sin ocasiones claras, aunque con la frente en alto para jugar en una de las canchas más complicadas del país, los de blanco y rojo llenaron de preocupación a más de uno.

El “dale Boca, dale Bo” bajó desde la tribunas, pero último campeón no reaccionó. Ninguno de los que ingresaron pudieron cambiarle la cara a un equipo apático y sin ideas. El reloj siguió corriendo, los minutos se consumieron y Boca dejó escapar dos puntos que le hubieran permitido quedar en lo más alto de la tabla de posiciones.

El viernes, el Xeneize visita a Godoy Cruz en Mendoza y está obligado a ganar para seguir soñando con el campeonato. Demasiado por corregir para mantenerse en la pelea.