Un triunfo trabajado de River ante Argentinos

Con la intención de prolongar su seguidilla de triunfos posterior al Superclásico, River debía medirse en el Mâs Monumental con Argentinos Juniors, un rival directo en la lucha por la clasificación en la Copa de la Liga. Y pese a haber pasado momentos de zozobra, logró quedarse con los tres puntos.

Envalentonado después de las victorias en Florencio Varela y en Lima, el Millonario tuvo un arranque voraz en el encuentro y antes de los 10 minutos ya había sacado dos goles de ventaja.

El primero llegó luego de un despeje largo de Bruno Zuculini, un mal cierre de Miguel Torrén y el aprovechamiento de Matías Suárez, quien se escapó y definió de manera exquisita, picando la pelota ante la salida de Federico Lanzillota.

Poco después, Enzo Fernández ratificó su gran momento con un disparo de media distancia que el arquero visitante alcanzó a tocar pero no a desviar lo suficiente como para evitar el segundo tanto.

Con una presión asfixiante y una efectividad total, los dirigidos por Marcelo Gallardo justificaban una victoria que tenía todo para ser cómoda y hasta más holgada, pero de a poco el Bicho empezó a meterse en el partido.

A partir de los desbordes de Javier Cabrera y Mariano Bíttolo por ambas bandas, la conducción de Gabriel Carabajal y Gabriel Florentín y sobre todo la referencia de Gabriel Ávalos en el área, Franco Armani y su defensa tuvieron que trabajar para evitar algunas situaciones de peligro concreto.

De hecho, antes del descanso los de La Paternal encontraron el justo descuento con un cabezazo del paraguayo Ávalos, quien se elevó sin marca en el área después de un preciso centro de Bíttolo.

Así como en el primer tiempo River había salido a atropellar a su rival, en el complemento fue Argentinos el que arrastró a los locales contra su arco. Con una fórmula similar a la que le había dado resultado para llegar al primer gol, buscando a espaldas de los laterales, hicieron méritos y consiguieron el empate.

Un envío frontal de tiro libre en el que Ávalos le ganó a Zuculini le permitió a Lucas Villalba entrar por el medio, tocar cruzado y decretar la igualdad. A partir de allí, la visita creció anímica y futbolísticamente y le hizo pasar un mal rato al último campeón del fútbol argentino.

Para destrabar esa situación, la llave estaba en los pies de Juan Fernando Quintero. El colombiano, que había ingresado en el primer tiempo por Esequiel Barco, dejó cara a cara a Julián Álvarez, Torrén detuvo su remate con las manos y el árbitro Yael Falcón Pérez sancionó el penal. Fue el propio Juanfer el que lo ejecutó cruzado y puso el 3-2.

Entonces se desplomó la ilusión de los de Gabriel Milito, que vieron desmoronarse el buen trabajo que habían hecho para remontar y, más allá de algún avance aislado, ya jugaron mucho más lejos del área riverplatense.

En un contragolpe sobre el final y tras una notable asistencia de Enzo Fernández, Andrés Herrera marcó el cuarto y liquidó la historia de un triunfo tan valioso como complejo.

El miércoles, River se medirá con Fortaleza, en el segundo partido correspondiente al Grupo F de la Copa Libertadores, con la tranquilidad de que sigue firme en la pelea en el plano local.