Un flojo River empató con Atlético Tucumán

Tras la caída en Córdoba ante Talleres, Marcelo Gallardo volvió a poner a sus mejores hombres para intentar retomar la senda del triunfo contra Atlético Tucumán en el Mâs Monumental. Pero en un muy flojo partido de sus dirigidos tuvo que conformarse con un empate.

El primer tiempo no fue sencillo para el Millonario, que chocó contra un conjunto visitante bien cerrado en el fondo y, extrañamente, contra sus propias limitaciones para generar peligro.

Es que sin Nicolás De La Cruz (baja de último momento por una molestia en la rodilla) ni Juan Fernando Quintero, a los de Núñez les faltó cambio de ritmo y sorpresa en los avances que casi siempre terminaron en pases imprecisos de los volantes o pelotazos frontales de los defensores.

Por el lado del Decano, apenas hubo algún intento de acercamiento con juego directo y la constante búsqueda de Augusto Lotti o Federico Andrada para que peinen y traten de encontrar mal parada a la última línea riverplatense.

El 0-0 calificaba a la perfección las acciones hasta el descanso, pero Julián Álvarez y Matías Suárez, que prácticamente habían sido espectadores en la etapa inicial, se juntaron y rompieron la monotonía del partido.

El goleador que en junio se marchará al Manchester City asistió al ex Belgrano que fue bajado por Manuel Capasso en el área. Enzo Fernández marcó el penal y los dueños de casa consiguieron la ventaja sin haber hecho hasta allí demasiados méritos.

En el arranque del complemento, el desarrollo no cambió demasiado y River lo pagó en el resultado. Los de Lucas Pusineri aprovecharon un desacople defensivo y Ciro Rius quedó mano a mano con Franco Armani que tapó abajo, sin embargo en el rebote, con el arco vacío, Ramiro Ruiz Rodríguez empujó de cabeza al gol.

El Muñeco, ante la evidente falta de ideas en una noche discreta de su equipo, trató de cambiar el panorama con las inclusiones de Tomás Pochettino, Cristian Ferreira y Braian Romero. Pero más allá de una increíble oportunidad que desaprovechó este último casi debajo del arco, a los de la Banda Roja se los vio muy lejos de su mejor nivel.

Los tucumanos hicieron su negocio y en la segunda parte abusaron por momentos de algunas artimañas para que corra el reloj, pero fue el local el que no supo cómo torcer la historia y terminó masticando bronca.

Ahora tocará el viaje a Chile para enfrentar a Colo-Colo por la Copa Libertadores y, luego, un duelo en Junín frente a Sarmiento que podría ser determinante en la Copa de la Liga.