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TALLERES DE CÓRDOBA

Un ‘Dybala’ suelto en Argentina

Rodrigo Garro está destacando como uno de los mejores enganches del fútbol argentino. Y su forma de jugar y estética pueden recordar un poco a la ‘Joya’.

Actualizado a
Un ‘Dybala’ suelto en Argentina

Decía Juan Pablo Varsky en la retransmisión de TNT Sports cuando se enfrentaban Talleres de Córdoba y River Plate que, salvando las distancias y sin entrar en términos de nivel, Rodrigo Garro podía recordar en cierta manera a Paulo Dybala. Y aunque no son futbolistas que sobre el papel compartan posicionamiento sobre el campo, si lo hacen en espíritu. La comparación no está ni mucho menos mal tirada, y cuando uno ve un ratito de Garro (porque Dybala dentro del fútbol europeo está visto de sobra), si puede recordar a la ‘Joya’ de la Roma.

Pero el símil entre el jugador de Talleres, a sus 25 años, y Dybala, va más allá de lo futbolístico. En lo estético también se encuentra cierto parecido. Ambos van con las medias más bajadas de lo habitual, una distinción que siempre hace que la atención recaiga sobre esos futbolistas que se instalan en campo rival con la intención de marcar las diferencias. Es habitual que en el fútbol se comente siempre que el que “lleva las medias bajadas es el bueno”. Puede que muchos jugadores que han pasado por este deporte corroboren esto, ya que cuando la pelota contacta con ellos es como si se alcanzara una armonía que espera antes de una tempestad.

El partido de Rodrigo Garro ante River no supuso más que una afirmación de lo que está siendo en este curso dentro del fútbol argentino. Uno de los mejores enganches del país, sino el mejor, que está marcando las diferencias en la Liga Profesional. Sus acciones pueden cambiar los partidos, y su forma de jugar siempre lleva a que en la ‘T’ sus compañeros le busquen cuando la ofensiva tiene que ser armada en los metros finales. Además, es zurdo, otro motivo más que la comparación entre ambos se acerque.

Pese a que la repercusión de uno y otro se encuentran muy separadas (por lo menos, a tanta distancia como Córdoba de Roma), la de Garro es otra de esas historias de superación. Del ‘pibe’ que viaja, se prueba para llegar a Primera y antes tiene que exprimirse en divisiones inferiores para que le hagan un hueco al máximo nivel. Puede que por ello su celebración cada vez que marca un gol haciéndose el loco (apodo que podría acabar tomando forma cada vez que le mencionen) esté representada en su carrera. Porque a veces la locura de intentarlo una y otra vez es lo que hace que se alcance lo que un día se sueña.

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La técnica como punto de partida

Rodrigo Garro es uno de esos jugadores que pelean por un futbol libre. Donde hay disciplina, que no parezca otra cosa, pero que se mueven sobre la cancha en base a lo que va sucediendo en la jugada. Por eso seguramente Javier Gandolfi sepa interpretar sus intenciones y darle un contexto para que suba o baje metros, establezca orden en la posesión, filtre últimos pases o utilice su faceta como llegador para finalizar las jugadas. Su talento, guiado por su técnica depurada, abalan lo que hace. Algo que no se ha reducido pese a su trabajo en Talleres, que le ha hecho ganar masa muscular para que pueda responder a lo que exige el equipo.

Puede que la comparación que hizo Varsky, además del parecido en ciertas facetas de ambos futbolistas, también llegó porque en el subconsciente del periodista de TNT Sports se enlazaba un punto en común entre Rodrigo Garro y Paulo Dybala: el de Instituto de Córdoba. Ambos tienen pasado en La Gloria, y de alguna manera es el lugar que les dio la posibilidad de llegar a donde están a día de hoy. Uno fue directo a Europa, el otro subió un peldaño dentro de la ciudad.

Entre Laguna Larga (lugar de nacimiento de Dybala) y General Pico en La Pampa (lugar de nacimiento de Garro) hay unos 500 kilómetros de distancia. Una diferencia que hoy en día se reduce por dos zurdas, una forma de jugar y un comentario televisivo que estableció, de manera acertada, que en Argentina hay ‘otro Dybala’ suelto.