River Plate

River rindió otra materia en un momento clave

En vísperas de los compromisos trascendentales por Copa Libertadores y de los clásicos contra Independiente y Boca, el Millonario ganó un partido de los que refuerzan la identidad en Rosario.

Marcos BrindicciGetty

No es novedad a esta altura de la temporada que el River de Martín Demichelis está en franco crecimiento. Lejos quedaron aquellas derrotas ante Belgrano y Arsenal o los encuentros en los que ganó con lo justo y dejando una imagen pálida, allá por las primeras fechas del torneo.

Hoy el Millonario es un equipo convencido y convincente, que sale a jugar con su libreto en cualquier cancha, tiene una base asentada y lo respaldan además los resultados: ya le sacó seis puntos al segundo en la tabla de posiciones.

En ese contexto favorable, el de este domingo en Rosario se perfilaba como un reto diferente, frente a un rival al que también le gusta asumir el protagonismo, con su gente y en un estadio en el que no había perdido en lo que se llevaba disputado del campeonato. A eso se sumó que Newell’s no escatimó en esfuerzos y hasta por momentos abusó de la pierna fuerte, una dinámica a la que el líder tampoco le esquivó.

Llamados a un desarrollo de más lucha que juego y aún sin varios de sus referentes (no fueron ni al banco Milton Casco, Paulo Díaz ni Enzo Pérez), los de la Banda Roja dejaron en claro -como en los viejos tiempos de Marcelo Gallardo y sus memorables triunfos coperos- que no tienen ningún problema en bajar al barro si la situación lo requiere.

La victoria mereció tal vez ser empate e incluso pudo haber sido derrota, pero más allá de los tres puntos, lo más importante fue que se volvió a ver a un River flexible, versátil, que no sólo se siente cómodo con los partidos abiertos y en los que controla el mediocampo, sino que puede adaptarse a los de trámite más complejo.

El desahogo de Micho, que dejó a un lado por unos segundos su imagen de hombre recio tras la definición de Pablo Solari, quizás haya respondido a que sus dirigidos rindieron otra materia en una carrera que recién comienza y ganaron uno de esos encuentros que valen un poco más que cualquier otro, porque sirven para sumar y también para endurecer la piel.

“No sé si fuimos justos merecedores de la victoria, pero no nos conformábamos con el empate”, ponderó el DT que hizo cuatro cambios de corte ofensivo en el segundo tiempo.

Como si fuera poco, el pase al siguiente nivel para la consolidación del equipo no podría haber llegado en un momento más oportuno. Es que ahora vendrán más desafíos de estas características: primero Sporting Cristal, luego los necesitados Independiente y Atlético Tucumán, más tarde la peligrosa visita a Fluminense y, ya en el horizonte, el Superclásico.

La curva ascendente del puntero sigue su curso y el 7 de mayo podría haber un nuevo punto de inflexión. “Este es el River de la gente”, dijo un exultante Demichelis, todavía afónico, en el Estadio Marcelo Bielsa. Tal vez, como le pasó al Muñeco, un buen resultado contra Boca logre el flechazo definitivo con los hinchas que ya están subidos a esta nueva ilusión.

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