River gritó sobre el final en Avellaneda

Con la intención de recuperarse después de la dura derrota en casa ante Sarmiento de Junín, River debía visitar a Independiente en busca de una victoria anímica en un clásico que le permitiera volver a despegar en el torneo. Y lo consiguió sobre el cierre, con una aparición oportuna de Matías Suárez.

El inicio mostró a un Millonario decidido a plantarse en campo contrario y a un Rojo más agazapado, pero convencido para salir rápido y con mucha gente de contragolpe cada vez que recuperaba.

Antes de los 10 minutos, el activo Pablo Solari se encontró por el segundo palo con la pelota en sus pies tras un centro pasado y definió fuerte y bajo, pero Milton Álvarez frustró su disparo.

En la respuesta, una buena jugada colectiva de los locales desde la derecha hacia el centro terminó en un remate de media vuelta apenas desviado de Leandro Benegas.

En un trámite sin juego fluido y con mucha disputa en el medio, Agustín Palavecino volvió a ser el más claro de los de Núñez y también estuvo a punto de convertir con un intento desde afuera del área que se fue abierto por muy poco.

Los dirigidos por Marcelo Gallardo optaban por la circulación para buscar los espacios y los de Julio César Falcioni, bien abroquelados, neutralizaban esa vía de ataque pero no se mostraban finos en las réplicas. Así, el trámite fue más bien discreto hasta el descanso.

En el complemento, hubo más momentos de ida y vuelta, con cierto desorden en los dos equipos y el mediocampo se convirtió en zona de tránsito.

La aproximación más clara fue de River, con un centro cruzado de Lucas Beltrán que no llegó a empujar Solari ni a rematar por detrás con precisión Esequiel Barco. Los de Avellaneda respondieron con otro envío aéreo, de Damián Batallini, que se cerró y obligó a una esforzada respuesta de Franco Armani.

También hubo tiempo para la polémica cuando, después de un forcejeo en el área, Sergio Barreto impactó en la cara del ingresado Miguel Borja. Si bien Fernando Rapallini fue convocado a ver la acción en el VAR, consideró que no era penal, lo que generó el airado reclamo de los riverplatenses.

De a poco el partido se fue estancando y parecía encaminarse a la igualdad sin goles, pero en una de las últimas embestidas de la visita, Bruno Zuculini remató, tras un desvío la pelota le cayó a Suárez y el cordobés anotó el gol agónico para la victoria.

Solo por actitud y empuje, River tuvo su premio en una tarde-noche en la que no brilló desde lo futbolístico. Aún así, sumó tres puntos muy valiosos y se acercó un poco al líder Atlético Tucumán.