Milagro xeneize: Boca lo ganó sobre la hora

El fútbol, entre otras cosas, es tan apasionante porque puede ofrecer cosas como las que sucedieron en Florencio Varela. Boca tuvo un pobre rendimiento, no mostró su mejor cara, pero se llevó el triunfo sobre la hora. Defensa y Justicia tampoco brilló, pero en el complemento estuvo más cerca que su rival. Sin embargo, por culpa de Luis Vázquez se quedó sin nada.

El primer tiempo fue demasiado chato, sin juego y con poquísimas llegadas a los arcos. El Xeneize jamás le encontró la vuelta a la generación, no impuso condiciones y estuvo lejos de asumir el protagonismo. Los dirigidos por Sebastián Beccacece manejaron la posesión de la pelota, pero tampoco se mostraron lúcidos a la hora de crear.

Cristian Medina intentó con un remate de zurda dentro del área, pero la agarró mal y la bola se fue desviada. Minutos después, Luis Vázquez recibió un buen pase de Juan Ramírez, pero prefirió patear en vez de dársela a Sebastián Villa, quien entraba solo por la derecha, y su tiro cayó en las manos del arquero Ezequiel Unsain.

Kevin Gutiérrez, el 5 del Halcón, manejó a su merced la zona central del campo y fue de los puntos más altos de una primer acto que se hizo más largo de lo habitual. Tomás Galván, exRiver, también tuvo movimientos interesantes. El resto, poco y nada en el cuadro local.

En la primera mitad del complemento, la involución de Boca fue total. El conjunto de la Ribera se fue desinflando por completo, no juntó pases en mitad de cancha y no tuvo ninguna llegada clara. Defensa creció, aprovechó la apatía del rival, pero no pudo batir a Agustín Rossi, quien volvió a salvar a los suyos con un manotazo espectacular antes de que la empuje Gastón Togni.

El tridente interino de Boca movió el banco, mandó al campo de juego a Brandon Cortes, el 10 que brilla en la Reserva y renovó su contrato hace pocas horas, pero la cosa no funcionó. Por eso, para disputar los últimos minutos del encuentro, también saltaron Aaron Molinas y Martín Payero a la cancha, en lugar de Guillermo Fernández y Medina.

Cuando los minutos se consumían y el partido se moría, Villa, uno de los pocos que pueden cambiarle la cara a este pálido equipo, agarró la pelota, juntó a varios defensores y dejó mano a mano a Vázquez. El número 38 le pegó de zurda, mordido, pero la pelota se metió pegada al palo izquierdo del golero rival. “Estoy contento, hacía tiempo que no podía convertir”, declaró el juvenil después de romper la sequía.

Boca sumó de a tres, le acortó diferencia a Atlético Tucumán, el único líder y su próximo rival, pero de ninguna manera se podrá quedar con el resultado de turno. Para lograr grandes cosas, deberá mejorar muchísimo. De lo contrario, dependerá de las individualidades.