Miguel Borja, una historia de superación
El flamante fichaje de River tuvo una infancia bastante complicada y tuvo que pelear duro por llegar a ser profesional.
River ya tiene nuevo delantero. Se trata de Miguel Borja, colombiano de 29 años que llega procedente de Junior de Barranquilla. Un club al que llegó después de muchas idas y venidas dentro del mundo del fútbol. Borja tuvo una infancia complicada en su pueblo natal: Tierralta, en la región Caribe de Colombia. Su familia luchaba por salir adelante en condiciones bastantes complicadas. Su padre era vendedor de lotería y su madre vendía fritos.
Empezó su carrera en el fútbol en un campo llamado La Bonga, con solo siete años. La primera oportunidad se la dio una escuela llamada Pony Gol, y de ahí pasó al primer equipo profesional: Envigado. No pudo fichar por diversos problemas y, tras varios pases fallidos a otros equipos colombianos, acabó en Deportivo Cali, donde debutaría en la Copa de Colombia en junio de 2011. Para acumular minutos y experiencia, se marchó cedido a Deportivo Cúcuta. Disputó el Sudamericano Sub-20 de Argentina, donde marcó tres goles y se proclamó campeón.
Probó en Europa con el Livorno italiano, pero tras no tener suerte, volvió a Sudamérica, a Olimpo de Bahía Blanca, donde incluso le marcó un gol a su ya actual club en El Monumental. Pasó a Independiente Santa Fe, donde tendría un papel muy destacado y acabó ganando una Sudamericana. Se fue a Atlético Nacional, donde fue clave en la Libertadores ganada por los colombianos en 2016. Palmeiras se hizo con sus servicios, estuvo tres años y Junior lo trajo de vuelta, le cedió a Gremio, y en diciembre de 2021 volvió definitivamente a Barranquilla.