Empate caliente en el Nuevo Gasómetro

Para intentar asegurar el primer puesto y empezar a meterse el campeonato en el bolsillo, River visitó el Nuevo Gasómetro donde lo esperaba uno de sus competidores a lo largo de la temporada: San Lorenzo.

A pesar de tener que jugar entre semana contra Deportivo Independiente de Medellín por la Copa Sudamericana, Rubén Darío Insúa optó por armar una formación con titulares, en el afán de estar a la altura del líder y mantener al menos alguna chance matemática de pelear por el título.

Desde el arranque se dio el trámite que se esperaba entre dos equipos disímiles pero concordantes en la capacidad para imponer sus respectivas ideas. Mientras el Millonario movía la pelota de lado a lado e intentaba romper las sólidas líneas locales, el Ciclón esperaba agazapado para salir de contragolpe, sobre todo con la velocidad de Nahuel Barrios recostado sobre la izquierda y de Iván Leguizamón por la banda opuesta.

El plan de los dueños de casa salió a la perfección en la etapa inicial, ya que anularon los circuitos de juego de los de la Banda Roja con una marca escalonada y férrea en todo el ancho del campo. Aunque por momentos cortaron mucho con faltas -lo que implicó algunas amonestaciones y el fastidio del público con el árbitro Facundo Tello-, evitaron que los generadores de juego de la visita puedan encontrar espacios de tres cuartos de cancha en adelante.

Sin embargo, en ataque el conjunto azulgrana tampoco pudo mostrar una gran producción, lo que llevó el encuentro a un inamovible y justo 0-0 hasta el descanso.

En el complemento, obligado por su propia necesidad, San Lorenzo salió a jugar un poco más arriba y enseguida Malcom Braida tuvo una volea para fusilar a Franco Armani, pero el arquero campeón del mundo respondió bien y la despejó.

La respuesta de River llegó cuando Nicolás De La Cruz logró filtrarse por el centro y sacar un remate que se desvió en el camino para que en segunda instancia reciba Ignacio Fernández en el área. Cuando el número 10 trató de definir, lo taparon justo y Augusto Batalla pudo contener su disparo débil.

Con el empuje de su gente, los de Boedo se animaron un poco más y se dispusieron a quemar sus últimos cartuchos en la Liga Profesional de Fútbol, aunque siempre sin resignar el orden y la organización en el retroceso.

En el mejor momento local, Barrios que había sido el abanderado de la ofensiva se fue expulsado por doble amonestación tras una dura entrada sobre Nacho. Entonces, Martín Demichelis movió el banco y dispuso una línea de tres en el fondo para ir por la victoria.

En ese tramo, Fernández estuvo cerca con un intento desde afuera y Augusto Batalla se lució con una salvada contra el ingresado Agustín Palavecino en la puerta del área chica. San Lorenzo, ya sin su as de espadas, no se movió de su libreto para sostener el marcador cerrado.

A pesar de que River se volcó por completo a campo contrario en el final, no pudo romper el cerrojo sanlorencista. En el cierre hubo tiempo para algunos chispazos entre los planteles que no aportaron nada al partido que ya estaba destinado a terminar sin goles.

Con el punto obtenido, los de Micho podrían ser campeones si vencen a Estudiantes en la próxima fecha o bien este mismo lunes si Talleres pierde con Unión. En cambio, San Lorenzo quedó de manera definitiva afuera de la pelea.