RACING 1-2 RIVER

El River de Gallardo fue fiel a sus principios

Pese a las especulaciones que se tejieron en la semana, el Millonario salió a ganar ante Racing y terminó propiciando la consagración de Boca que empató con Independiente.

Demian Alday EstevezEFE

El fixture de la Liga Profesional de Fútbol y las seguidillas de triunfos de Boca y Racing en el tramo final del campeonato derivaron en una última jornada que se presumía apasionante, con River e Independiente involucrados y muchas conjeturas sobre la actitud que mostrarían para no beneficiar a sus clásicos rivales. Todo ello, finalmente, quedó desterrado con lo que se vio en La Bombonera y en el Cilindro.

En el caso del Millonario, además, otro factor incidía en la previa para que el de hoy fuera un encuentro especial: iba a ser el último oficial de Marcelo Gallardo como entrenador, al menos en su primer ciclo.

El Muñeco armó una lista con solo 17 convocados por una serie de bajas imprevista, entre lesiones y la sanción de Juan Fernando Quintero. Pasó la noche junto a sus dirigidos en el Mâs Monumental y partió el domingo hacia Avellaneda, emocionado después de un banderazo en el que los socios del club le reconocieron la gloria conseguida durante ocho años y medio.

El que tantas veces llegó a instancias definitivas como protagonista, en esta oportunidad decía adiós no solo sin chances de lograr el título, sino envuelto en una maraña de especulaciones sobre la postura que debía asumir su equipo: ¿había que ir al frente para no traicionarse? ¿O valía más la posibilidad de frustrar la consagración del Xeneize?

El líder riverplatense no tenía dudas. Con lo que contaba, armó una formación con obvias limitaciones. Con la defensa disminuida, casi sin volantes naturales y sin sus principales generadores de juego, a los de la Banda Roja les costó mostrar un gran nivel futbolístico, pero no negociaron nunca la actitud.

Después de un primer tiempo discreto con situaciones para los dos lados, en el que pudo percibirse el nerviosismo entremezclado con la ilusión de los locales, las emociones llegaron en el complemento.

El conjunto de Fernando Gago se puso arriba en el marcador de penal cuando Boca ya ganaba, pero Miguel Borja empató justo cuando el Rojo también lograba la paridad en el otro escenario donde se dirimía el torneo. A partir de allí, todas las miradas se posaron en Racing y en River.

La atajada de Armani en el penal del final contra Jonathan Galván y el segundo tanto de Borja que liquidó la historia y se gritó en La Boca echaron por tierra todas las habladurías de una jornada en la que Gallardo priorizó mantener la hidalguía aunque eso haya costado darle un nuevo festejo al eterno rival.

En medio de las celebraciones boquenses, se generaron debates y discusiones en redes sociales. ¿Fue grandeza o inocencia? ¿Valía la pena buscar la victoria o era mejor sacrificarla para terminar festejando la desgracia ajena?

La respuesta quedará en cada hincha, pero el exitosísimo DT saliente dejó la suya: “Entiendo si hay hinchas de River enojados, pero hoy respetamos nuestros valores y lo que somos. Resguardamos nuestra dignidad. Estoy contento y orgulloso de sentir eso, más allá de haber beneficiado a nuestro clásico rival. Es paz interna. De lo demás no se vuelve”.

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