Con una ráfaga, River goleó a Aldosivi

Con el envión de la victoria conseguida entre semana contra Gimnasia, River visitó Mar del Plata para tratar de ratificar su levantada contra Aldosivi. Y con más esfuerzo del que indicó el 3-0 final, lo pudo conseguir.

En los primeros minutos, los de Núñez intentaron plasmar su habitual juego de dominio territorial y, con Agustín Palavecino como el hombre más claro en la generación, se insinuaron con un par de remates de media distancia.

Aunque los dirigidos por Marcelo Gallardo tenían más las pelota, les costaba lograr asociaciones claras para llegar a posición de gol, mientras que el Tiburón tenía claro su libreto: salir rápido cuando recuperaba y buscar a Santiago Silva.

El uruguayo fue el más peligroso del local en el primer tiempo y tuvo en sus pies una chance concreta después de un doble error de la zaga central riverplatense, pero Franco Armani respondió bien y tapó abajo lo que pudo haber sido la apertura del marcador.

En la respuesta, el movedizo y lúcido Palavecino consiguió filtrarse por el centro, eliminó una marca con un buen amague y le pegó de punta al palo derecho de José Devecchi que se estiró y evitó que la pelota se metiera.

El mejor tramo del conjunto visitante llegó antes del descanso, con algo más de profundidad por las bandas, intensidad y centros que incomodaron al fondo marplatense. Sin embargo, eso tampoco alcanzó para romper el cero.

Después de unos minutos de letargo en el inicio del complemento, los ingresos de Nicolás De La Cruz y Pablo Solari le dieron a River el cambio de ritmo que le hacía falta, justo en el momento en el que Aldosivi se quedó desde lo físico.

Con un par de intervenciones brillantes, Devecchi pudo sostener su arco cerrado un rato durante el momento de mayor asedio, pero la excelente entrada de Miguel Borja terminó de sepultar las ilusiones de los dueños de casa.

En un puñado de minutos, el colombiano le bajó la pelota de pecho a Palavecino para que marque el primero, le cedió el segundo a Beltrán después de una brillante acción individual dentro del área y anotó el tercero él mismo para coronar su tarde soñada de bautismo con la Banda Roja.

El resto del partido no dejó demasiado, más allá de una tímida reacción del Verde que ni siquiera le bastó para descontar.

La goleada fue quizás demasiado premio para River, pero el triunfo resultó justo y le sirve para seguir creciendo en confianza y escalando en la tabla de posiciones. El próximo fin de semana, se medirá con Sarmiento.