RIVER PLATE
Una tarde soñada y un salto anímico para River
El Millonario jugó el partido que debía jugar ante Boca. Con concentración, efectividad y compromiso, les regaló una alegría a sus hinchas y se ilusiona con el campeonato.
"Ahora sí somos candidatos a pelear el título. Falta mucho, pero este triunfo es un gran envión anímico y futbolístico". Las palabras de Marcelo Gallardo en la conferencia de prensa posterior a la victoria en el Superclásico no sorprendieron. Con la confianza por las nubes, el DT se hizo cargo del auspicioso momento que atraviesa su River.
Más de una vez, el Muñeco había dejado en claro que como entrenador del Millonario no le pesaba el rótulo de favorito en cada torneo que debía disputar y, este domingo, sus dirigidos también lo demostraron en el campo de juego.
Fue una jornada inolvidable para los riverplatenses en el Monumental. El regreso del público a las tribunas le dio el marco ideal a un trámite que se encaminó con la expulsión tempranera de Marcos Rojo, pero fundamentalmente que los locales afrontaron con absoluta seriedad, conscientes de que se trataba de un encuentro bisagra para sus aspiraciones.
Así, la defensa mostró absoluta concentración y firmeza a lo largo de los 90 minutos; el mediocampo cumplió a la perfección la doble función de circulación de juego y compromiso para la recuperación de la pelota; y en la delantera volvió a aparecer un Julián Álvarez al que le sale casi todo lo que intenta.
El 2-0 en el primer tiempo dejó el asunto casi liquidado para el segundo, sumado a que el Xeneize en inferioridad numérica se ocupó más de intentar no ser goleado que de tratar de achicar la distancia.
Solo por las fallas en la definición y algo de mala suerte en el complemento el resultado no terminó siendo más abultado, mientras Franco Armani era un simple espectador de lo que sucedía en campo contrario.
Con puntos muy altos como Paulo Díaz y Robert Rojas en la zaga, Milton Casco por la banda derecha, Nicolás De La Cruz como generador y recuperador y el intratable goleador cordobés, River volvió a jugar como aquel equipo que no defrauda en las paradas bravas.
El campeonato es largo y aún restan 11 jornadas, con algunos clásicos, la peligrosa visita a Córdoba para enfrentar a Talleres y compromisos en los que faltarán futbolistas por las convocatorias internacionales. Pero como dijo Gallardo, el objetivo está en la mira.
Hoy en Núñez todo es ilusión: por el festejo conseguido, por haber llegado a la punta y por la esperanza de lo que viene. Mientras mira a todos desde arriba, el River modelo 2021 pasó otra prueba para forjar su carácter.