CORONAVIRUS
Coronavirus y dengue: ¿qué es la sindemia o pandemia sinérgica que temen los médicos?
La pandemia global del coronavirus avanza mientras que otras epidemias, como el dengue o el sarampión, se mantienen en la sociedad, alertan los sanitarios.
El neologismo sindemia procede del inglés syndemic, que puede explicarse por la acronimia de las voces synergy y epidemic, sinergia y epidemia. Este término alude a la coexistencia durante un periodo y en un lugar de dos o más epidemias que comparten factores sociales, de tal modo que estas se retroalimentan entre sí y acaban interactuando y causando secuelas complejas.
Hasta el momento, se había aplicado a problemas de salud con comorbilidades (desnutrición, obesidad, problemas cardiovasculares...), pero desde la llegada del nuevo coronavirus y la enfermedad COVID-19 a casi todos los rincones del mundo, la teoría sindémica ha tenido que ser actualizada, incluyendo así la pandemia común y los problemas sanitarios locales que sufre cada región.
Sobre ello, alertan varios sanitarios argentinos en Infobae. "Hay que estar informado y saber que existen varias enfermedades epidémicas graves", remarcó Pablo Elmassian, médico infectólogo en Stamboulian Servicios de Salud.
Y es que el primer caso de SARS-CoV-2 en Argentina se reportó el 3 de marzo, cuando el dengue ya estaba circulando por el territorio en el que es el peor brote de los últimos tres años. En solo ocho meses, se registraron 7.862 casos confirmados, entre ellos siete fallecidos y otras nueve muertes en investigación.
Diferenciar las enfermedades, clave
El propio doctor Elmassian destacó la importancia que tiene que la población tome conciencia de las epidemias existentes y conozca los síntomas de las diferentes enfermedades para ir rápidamente a consultar al médico.
"En Argentina estamos atravesando la pandemia del nuevo coronavirus SARS-CoV-2, la del dengue, que todavía está circulando fuerte, y también hay otras enfermedades como el sarampión o la tuberculosis que son preocupantes", advierte el sanitario, que tampoco se olvida de la inminente llegada de la gripe estacional en el mes de mayo.
Con el dengue, enfermedad viral producida por la picadura del mosquito Aedes aegypti, se presenta fiebre, sangrado de nariz y encías, vómitos, manchas en la piel y cansancio intenso. La COVID-19 se reconoce por síntomas como la tos seca, fiebre, pérdida de olfato y gusto, cansancio y, algunos casos, diarrea.
"El problema es que su coexistencia puede generar problemas para identificarlas y una persona puede tener varios síntomas y creer que padece algo que no tiene o no atender algo que sí sufre. Una prueba para COVID-19 tarda pocas horas. Pero el resultado de dengue positivo puede estar en 2 o 3 días. Además, la gripe común tiene síntomas parecidos a la COVID-19 y va a generar mucha confusión cuando comience a circular a partir de mayo o junio", señala también el médico infectólogo Roberto Debagg a Infobae.
La importancia de la vacunación
Por último, desde la Organización Mundial de la Salud están haciendo especial hincapié en la vacunación para evitar el contagio de enfermedades como la gripe común, el sarampión o la polio.
Todavía no existe la que ponga freno al nuevo coronavirus, por lo que "estar vacunado es especialmente importante cuando los sistemas de salud están enfrentando la COVID19". "Hagamos nuestra parte para poner fin a los brotes prevenibles por vacunación, como sarampión y polio", indican desde la OMS.
La población debe seguir fielmente estas instrucciones, pues como indica Debagg, "nadie puede predecir qué va a pasar en este invierno" si se suman a la epidemia del nuevo coronavirus y la del dengue, otras como la gripe común o el sarampión.