BOCA JUNIORS

El ascenso meteórico de Pavón

Semana tras semana la trayectoria de Cristian Pavón en esta mitad de año fue subiendo peldaños en una escalera que lo puede llevar al Mundial de Rusia.

Actualizado a
RICARDO MALDONADO ROZOEFE

Semana tras semana, partido tras partido, la trayectoria de Cristian Pavón en esta mitad de año fue subiendo peldaños en una escalera que puede llevarlo hasta mucho más alto de lo que él mismo podía imaginar hace apenas unos meses.

A puro pique y desborde, primero por derecha y más tarde a pierna cambiada recostado sobre la raya opuesta; a pura asistencia, remates y goles, el puntero cordobés fue convirtiéndose en un principio en la primera y principal arma ofensiva de Boca para sostener la punta de la Superliga. Después, a meterse en el bolsillo a la hinchada xeneize, que lo resistió durante tanto tiempo. Más tarde, a asegurarse su presencia en las listas que Jorge Sampaoli presentará el lunes próximo pensando en el Mundial de Rusia. En la de 35 y en la de 23.

Faltaba el último paso: desde ayer, y luego de una nueva exhibición de fútbol punzante y efectivo (dos pases de gol, un disparo que rechazaron entre el arquero de Unión y el travesaño), al menos para buena parte del público argentino el 7 del casi campeón del torneo local pasó a transformarse en candidato firme para ser titular el día del debut frente a Islandia en Moscú.

Anoche mismo, una vez terminado el encuentro en La Bombonera y apenas apagada la euforia por el triunfo y el eco de la ovación que la hinchada le brindó en el momento que Guillermo Barros Schelotto decidió reemplazarlo, Pavón comenzó a aumentar su cotización en la Bolsa de la albiceleste. En un país donde todos se creen con el derecho de armarle el equipo al técnico de la selección, las voces que piden al cordobés entre los once que salgan a la cancha el 16 de junio se fueron multiplicando.

“Está en un momento excepcional”. “Es imparable”. “Messi lo elogió el día que jugaron juntos, se entendieron enseguida”. “Es el mejor que tenemos para ir por afuera”... Las frases se suceden y apuntan directamente a la toma de decisiones de Sampaoli. No es la primera vez. Pasa, y sigue pasando, después de cada atajada de Franco Armani y, también aunque en menor medida, luego de cada gol de Lautaro Martínez.

La cercanía de los jugadores del medio local impulsa la candidatura de todos ellos sin reparar en más cuestiones que aquello que puede verse domingo a domingo. Pero no se tienen en cuenta algunos detalles. Ni el puntero de Boca, ni el arquero de River, ni el delantero de Racing tienen enfrente a defensores o delanteros de alto nivel.

No es su culpa, claro. El medio argentino, incluso el sudamericano, ofrece la calidad que puede, sin sus mejores exponentes, todos ellos jugando en Europa. Pero que no sea su responsabilidad limita los conceptos. Porque la preparación -técnica, táctica y física- mal que nos pese no es la misma allá que acá, exige una adaptación en la mayoría de los casos, y a priori un Mundial no parece el lugar más adecuado para realizarla.

En los entrenamientos realizados en la última gira de la selección por Manchester y Madrid, controlado por Otamendi, Fazio o Rojo, Lautaro Martínez no fue el mismo goleador implacable de la Superliga. El diálogo futbolístico de Pavón con Messi fue tan corto que por ahora se trata más de una promesa que de una certeza. Y la respuesta de Armani, un arquero que hasta hace seis meses no estaba en los papeles de nadie, constituye una incógnita.

Pavón estará en la lista de 35 y casi con total seguridad en la de 23. El último peldaño, el que lo puede incluir entre los 11 titulares, ya suena más difícil, y dependerá de su rendimiento en la preparación del mes previo al debut. Quizás sea buena idea no apurar los tiempos y dejar de armarle el equipo a Sampaoli.

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