Una fiesta popular completa en Argentina
Como el 18 de diciembre en todo el territorio nacional, como el 20 de diciembre en la más multitudinaria manifestación que se vivió en la Ciudad de Buenos Aires: otra vez el pueblo se volcó a las calles para celebrar a sus campeones. Un reencuentro que se hizo esperar y que, nuevamente, relegó todos los problemas para convertirse en la prioridad de todas las agendas.
Desde hace más de tres meses ya no se está disputando el Mundial, pero la felicidad sigue latente en todos los corazones argentinos. “Yo no me levanto todos los días pensando que soy campeón del mundo”, dijo Scaloni hace algunas horas, con su habitual templanza. La gente, en cambio, volvió a demostrar que todavía viaja con la mente un rato a Qatar a la mañana, a la tarde y a la noche.
Desde bien temprano, la Capital se paralizó y los barrios se fueron vaciando mientras las multitudes se trasladaban al Mâs Monumental y sus alrededores. Muchos con entradas, otros simplemente para estar cerca de otro acontecimiento histórico.
Las calles, las avenidas, las autopistas fueron testigos de otra caravana de la felicidad. La de un país con problemas, con angustias, con el vértigo de un día a día a veces agobiante, que se traslada de la vida a la cancha y viceversa, pero con un corazón único.
La Selección pudo en este tiempo lo que nadie: unió todas la voluntades, multiplicó las fuerzas y convirtió a un pueblo acostumbrado a fruncir el ceño en uno con una inmensa sonrisa colectiva.
En medio de un contexto desgastante, con una economía que apremia, aunque sea por un rato quedaron de lado los salarios que no alcanzan, la inflación que acorrala y la agotadora grieta política. Hubo una sola Argentina: la que tiene lo que quiere todo el planeta.
El partido fue anecdótico. Panamá no lo puso fácil, la victoria llegó sobre el final y el gol de Messi coronó la jornada. Pero hoy los argentinos se irán a dormir con una certeza, la misma que cada noche al menos hasta 2026: mañana, cuando el despertador suene, serán campeones del mundo.