Argentina está en octavos y sigue soñando

Por acá todo es alegría. El triunfo de la Selección Argentina ante Polonia por 2 a 0, con goles de Mac Allister y Álvarez, no solo sirvió para meterse entre los mejores 16 equipos del Mundial, sino también para alimentar aún más la ilusión que tiene un pueblo entero.

El equipo de Scaloni volvió a ser el mismo de antes, mostró buenos pasajes de fútbol, fue intenso la zona central del campo, recuperó rápido, tuvo personalidad para absorber la presión y dejó ver todo el hambre de gloria que une a los más experimentados con los jóvenes del plantel.

La piña que tiró Arabia Saudita hace unos días pegó fuerte. Nos tiró a la lona, nos hizo dudar, pero también nos enseñó que en este deporte una caída puede servir para levantarse mucho más fuerte. Las críticas destructivas, por suerte, ya no se escuchan y el único grito indica que “ahora nos volvimos a ilusionar”.

El sábado será momento de verse las caras con Australia, un rival menor pero respetable, para ir en busca de los cuartos de final del Mundial. Con Messi y Di María, con Enzo y Julián, con Otamendi y De Paul y, por supuesto, con el aliento de un país que busca en el fútbol un alivio a tantas otras pálidas. Vale todo, menos dejar de soñar.