Argentina, a un paso de la gloria eterna
Acá, de este lado del mapa, nos faltan un montón de cosas. La desigualdad social, lamentablemente, es bastante grande, la economía no levanta, la inflación nos come día a día, el trabajo no abunda y hay mucha gente que no la pasa bien.
Pero, más allá de las injusticias diarias que atravesamos, hay algo que nos rescata, que nos une, que nos saca una sonrisa en medio de tanta angustia y que nos da vida. Ese algo es el fútbol, un deporte que para algunos puede ser simplemente 22 hombres corriendo detrás de la pelota, aunque para tantos otros es una manera de encontrar felicidad. No te lo puedo explicar porque no vas a entender.
Gracias a las atajadas del ‘Dibu’ Martínez, la firmeza de Otamendi en el fondo, el juego de Enzo Fernández, la entrega de De Paul, el hambre de gloria de Julián Álvarez y la magia inagotable de Messi, muchísimos argentinos se olvidan por un rato de los problemas y se sienten ricos gratis.
De Norte a Sur y de Este a Oeste, el domingo habrá un solo grito y será por la Argentina. Con Diego en el cielo, con Lionel en la tierra y con más de 45 millones de personas aferradas a sus colores, vamos por la gloria eterna en la final del mundo. Nos volvimos a ilusionar y eso es un montón en los tiempos que corren.