Un Messi de leyenda

Leo Messi está empeñado en reescribir la historia, la suya y la de los Mundiales. Para alcanzar su segunda final en una Copa del Mundo, el capitán de la Albiceleste dibujó una actuación extraordinaria en la semifinal contra Croacia, incapaz de contener el inagotable caudal de fútbol del Messi más inspirado que se recuerda en los últimos tiempos. Su influencia fue más allá de la estadística y en cada contacto con la pelota dejó la sensación de que nada ni nadie podría pararlo. Croacia, que llegó a la semifinal apoyada en la mejor defensa del torneo, fue incapaz de descifrar el juego de Messi.

El delantero del Paris Saint-Germain adornó su impecable puesta en escena con un gol y con tres récords históricos. Leo puso su nombre a la altura del de Diego Maradona como máximo asistente en la historia de los Mundiales, superó a Gabriel Batistuta como máximo goleador de Argentina en las Copas del Mundo e igualó al alemán Lothar Matthäus como el futbolista con más partidos jugados en Mundiales. En Qatar, el capitán de la Albiceleste ya se había convertido en el futbolista más joven en participar en cinco Mundiales (2006, 2010, 2014, 2018 y 2022), en el primero en dar asistencias en cinco Copas del Mundo y en el primer argentino en anotar en cuatro (2006, 2014, 2018 y 2022).

Nada más pisar el césped del estadio de Lusail ya dejó su nombre escrito en la historia, al igualar los 25 encuentros de Matthäus en Copas del Mundo. En la final, Messi romperá esa barrera y elevará la cifra a 26. Leo disputó tres partidos en Alemania 2006, cinco en Sudáfrica 2010, siete en Brasil 2014, cuatro en Rusia 2018 y ya acumula seis en Qatar 2022. Ha necesitado cinco Mundiales (2006, 2010, 2014, 2018 y 2022) para superar el récord de Matthäus, quien también participó en cinco Copas del Mundo (1982, 1986, 1990, 1994 y 1998).

Los siguientes en la lista son Miroslav Klose (Alemania), con 24 partidos; Paolo Maldini (Italia), con 23; Cristino Ronaldo (Portugal), con 22; Diego Maradona, Uwe Seeler (Alemania) y Wladislaw Zmuda (Polonia), con 21; y Cafú (Brasil), Philipp Lahm (Alemania), Grzegorz Lato (Polonia), Javier Mascherano (Argentina) y Bastian Schweinsteiger (Alemania), con 20.

Messi tardó en entrar en juego contra Croacia, pero su primera intervención importante resultó decisiva, al transformar el penalti que Livakovic había cometido sobre Julián Álvarez. Fue su undécimo tanto en los Mundiales y se convirtió en el máximo goleador de Argentina en Copas del Mundo, superando los diez de Gabriel Batistuta. Más de 16 años han pasado entre el primer tanto de Leo, frente a Serbia en 2006, y el último, contra Croacia en Qatar.

Leo todavía está lejos de los 16 goles del alemán Miroslav Klose, máximo realizador en la historia de los Mundiales. En segunda posición aparece Ronaldo (Brasil), con 15; seguido por Gerd Müller (Alemania), con 14; Just Fontaine (Francia), con 13, y Pelé (Brasil), con 12. Con 11, además de Messi, figuran Sandor Kocsis (Hungría) y Jürgen Klinsmann (Alemania).

Messi completó su deslumbrante actuación con su mejor jugada en todo el torneo, que culminó con un pase para que Julián Álvarez pusiera el definitivo 3-0 en el marcador. Esa acción le permitió igualar a Maradona como el máximo asistente en la historia de los Mundiales, con ocho.

Leo había dado una en Alemania 2006 (a Hernán Crespo), otra en Sudáfrica 2010 (a Carlos Tevez), una más en Brasil 2014 (a Ángel Di María) y dos en Rusia 2018 (al Kun Agüero y Gabriel Mercado). En Qatar ha repartido una asistencia a Enzo Fernández contra México en la fase de grupos, otra a Nahuel Molina ante Países Bajos en cuartos de final y la mencionada a Julián Álvarez en semifinales. En la final tendrá la oportunidad de quedarse con el récord en solitario.