River cumplió y está en octavos

Con el envión del triunfo que había conseguido ante Fluminense y su gran presente en el torneo argentino, River debía enfrentar a The Strongest para intentar asegurar la clasificación a octavos de final en la Copa Libertadores. Y lo logró con un 2-0 con algo de angustia.

El arranque del Millonario estuvo a la altura de lo esperado, con presión alta, mucha movilidad y la intención de abrir rápido el marcador, algo que lograría antes del cuarto de hora.

En uno de los primeros acercamientos, el fondo boliviano evidenció sus serios problemas cuando dejó viva una pelota que Nicolás De La Cruz capturó de espaldas. El uruguayo cedió para la entrada de Rodrigo Aliendro, quien abrió el pie y la acomodó contra un palo.

El trámite parecía simplificarse para los dueños de casa, algo que finalmente estuvo lejos de ocurrir. De hecho, la visita empezó a acechar el arco de Franco Armani con centros y remates de media distancia que generaron peligro.

Primero fue Luciano Ursino, luego Enrique Triverio y Eugenio Isnaldo y más tarde Jeyson Chura los que exigieron al arquero campeón del mundo que respondió a la altura para mantener el cero en su valla. Algunas desconcentraciones y desacoples en el retroceso envalentonaron al Tigre que pudo haber empatado en ese tramo.

Del otro lado, los de la Banda Roja exprimían los espacios para el contragolpe, pero Lucas Beltrán combinó en la etapa inicial la falta de precisión para definir con una decisión a todas luces equivocada cuando, mano a mano con Guillermo Viscarra, quiso asistir a Nacho Fernández en lugar de ser egoísta y resolver la jugada.

En el complemento, los dirigidos por Formosinho mermaron su producción ofensiva y los de Martín Demichelis se sintieron más cómodos defendiéndose con la pelota, aunque siguieron fallando en la resolución de los ataques.

A esa impericia en los últimos metros, River le sumó el desgaste físico, lo que también provocó que salgan con molestias Enzo Pérez y Robert Rojas. Aún sin generar demasiado The Strongest, en el Mâs Monumental se percibió cierto nerviosismo hasta el cierre.

Con el tiempo casi cumplido, Pablo Solari recuperó en el área contraria, tocó atrás para la entrada de Barco y, después de un rebote, la pelota volvió a caerle al Puntano. Esta vez definió, Borja corrigió y el encuentro quedó liquidado.

Entonces sí, en Núñez se dio rienda suelta al festejo de la clasificación y, con el campeonato también a tiro, el semestre ideal está un poco más cerca. La próxima semana, cuando se sorteen los octavos de final, empezará otra historia.