Messi vs Modric: la batalla por una última bala

El fútbol es un deporte maravilloso, para muchos el mejor del planeta. Una victoria en este deporte a veces hace que un país entero tenga un día de festivo, mientras que una amarga derrota hace de un lunes un día todavia más cuesta arriba. Queramos o no queramos, el fútbol es parte de la vida, y como dijo una vez Arrigo Sacchi: “Es la cosa más importante dentro de las cosas que menos importan”.

Como en la mayoria de las cosas que vivimos a diario, el fútbol tiene un destino caprichoso, pero a la vez mágico, que nos hace pensar si algo fuera de nuestro alcance maneja los hilos. Este tipo de ideas te rondan cuando piensas que quizás por algo superior que escribe nuestra historia, un tal Leo Messi, 7 veces Balón de Oro y al que solo se le resiste un gran trofeo, pueda marcar su último gol con el equipo de su país, a la misma selección a la que le anotó el primero hace ya 18 años.

Por otro lado, ese gol tendría mucho más carga histórica que tan solo eso, podría hacer que ese zurdo que aterrizó siendo un niño en Barcelona para seguir los pasos de sus ídolos, superase por fin al mayor goleador de su país en la historia de los mundiales: Gabriel Batistuta. Un gol que lo dejaría a las puertas de ese trofeo que redondearía una carrera que nadie antes había soñado.

Toda esta historia parece escrita por el mejor de los novelistas, y sería perfecta de no ser porque si acabase sucediendo, otro bonito guión sería desechado. Este guión pertenece a otro genio, a otro número 10, pero que casualmente, ha forjado su leyenda al otro lado del planeta fútbol. Superviviente de una dura guerra, y eternamente cuestionado hasta una noche primaveral en el ‘Teatro de los Sueños’ en la que todo cambió.

Luka Modric es un genio diferente, un hombre capaz de hacer lo imposible una y otra vez, un hombre que nació con una batuta en el pie derecho y un aura de talento que evoca a las grandes figuras que pasaron antes por la que es su casa desde hace más de 10 años, recuerdos de las grandes figuras que forjaron una leyenda en la que el croata aparece con letras de oro.

Las historias de héroes y hazañas no son nada sin un obstáculo, un mal momento que superar y un rayo de esperanza cuando todo esta perdido. Leo Messi vivió ese duro golpe en 2014, cuando vio cuando unos alemanes, acostumbrados a ganar siempre en este deporte, sumaban su cuarta estrella a costa de las lágrimas del que fuera mejor jugador de aquel torneo.

Por otra parte, cuatro años después, Luka Modric acariciaba también ese trofeo llegando a la final ante una Francia colosal cuya sombra vuelve a asomar en Qatar. En aquella ocasión, Croacia fue un invitado inesperado a esas alturas de campeonato, al igual que ocurre ahora, pero como deciamos, Modric hace posible lo imposible una y otra vez.

Solo queda una bala para dos pistoleros

Ese destino caprichoso y mágico ha querido de alguna forma dar la oportunidad de gastar su última bala a una de estas dos figuras. Pese a que no conocemos como terminará cada una de las historias, si tenemos una certeza, uno de los dos tendrá esa posibilidad de resarcirse de aquella herida que ambos comparten, mientas que el otro habrá remado para morir en la orilla.

Argentina, en su momento, vivió aquel duro golpe que generó la fortaleza que la ha hecho llegar hasta aquí. Pese al duro mazazo sufrido en la primera jornada, el equipo liderado por Leo ha seguido creciendo, ha sorteado la piedra en el camino y está justo donde quería, a dos pequeños pasos de sumar la tan ansiada tercera en la primera ocasión en la que su gran figura no estará aquí para verlo.

Por otra parte, la gestión de una final perdida por parte de Croacia ha sido muy distinta. Pese a ser barrida por una Francia colosal, la selección balcánica salió de aquel Mundial creyéndose capaz de todo, y con una hoja de ruta clara comandada por este Luka que asombra en todas partes. Porque sí, a veces simplemente es cuestión de volver a intentarlo.

Sea como sea, el crucial partido de este 13 de diciembre escribirá una de las páginas más importantes en la carrera de dos futbolistas que han dejado una huella imborrable en la historia del fútbol. Una historia increíble que ha marcado dos caminos paralelos que una vez más, dependen el uno del otro para descifrar el siguiente capítulo.

El peso de las dos figuras

Pese a que los atributos y el peso de ambos jugadores dentro de sus selecciones es similar, cada uno de ellos desempeña un papel algo diferente en el éxito futbolístico conseguido hasta ahora. Mientras que Messi es el hombre decisivo y el canalizador de ocasiones de Argentina, Modric es el constructor y metrónomo de una Croacia que juega a su ritmo.

Ambos con los años han sabido reinventarse, potenciar sus atributos técnicos y han acabado retrasando su posición para seguir siendo importantes. Ambos jugadores dotan a sus combinados de un plus que acaba marcando diferencias, y a la vista está: Messi consiguió por fin la tan ansiada Copa América, mientras que Modric está en la Final Four de la UEFA Nations League, además de colarse entre las 4 mejores selecciones del mundo en Qatar.

Si nos fijamos en la estadística, los números de Messi son más propios de un jugador que arriesga y que suma en el último tercio del campo, mientras que Modric cosecha estadísticas más propias de un director de campo eficiente y capaz de gestionar los partidos a su antojo.

Mientras que el camino de la Albiceleste ha sido de menos a más, en una serie de encuentros donde Messi siempre ha sido relevante y decisivo, Croacia sigue la regularidad de aquel equipo sólido capaz de gestionar la presión en los momentos clave, sumando prórrogas y tandas de las que salen siempre vencedores.

Acabe como acabe este choque, uno de los dos tendrá la oportunidad de poner un broche único a una carrera excepcional. A los demás solo nos queda disfrutar y sentarnos a observar como estos dos genios brindan al mundo vez más, quién sabe si la última con su seleción, una obra maestra de esas que asombran al planeta fútbol.