La Copa exige (mucho) más

A Boca le ganaron con poco y nada en Brasil. El equipo es un claro ejemplo de que sin identidad ni rebeldía podés estar a la altura de este torneo.

AMANDA PEROBELLIREUTERS

No alcanza con disputar un aceptable segundo tiempo si no pateás más de una vez al arco rival ni generás situaciones claras de gol.

No alcanza con neutralizar al adversario, que en este caso generó poco y pegó duro, durante casi 25 o 30 minutos y manejarle la pelota de manera pasiva, apostando a “lo que salga”.

No alcanza con declaraciones que intentan relucir optimismo en una situación complicada. Las dos derrotas en tres partidos pusieron a Boca en el último lugar de la tabla del Grupo E y lo obligaron a traerse algo de la altura de La Paz. En 2013, con Bianchi a la cabeza, pasó algo similar. Pero jugaba un tal Riquelme.

No alcanza solo con la chapa, el cartel, el nombre o la camiseta. Si el que está enfrente no te ve sólido, no te respeta. Y a este Boca le pasa seguido: Godoy Cruz, Arsenal, Lanús, Deportivo Cali y hasta Always Ready de local.

La Copa Libertadores de América exige mucho más. Boca, ganador de seis ediciones, lo sabe mejor que nadie. Así, definitivamente, no alcanza. Llegó la hora de pegar un volantazo.

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