El ciclón de San Lorenzo

Los últimos años en el fútbol no han sido fáciles, y para Argentina no ha sido distinto. En lo que tendría que haber sido un ambiente de festividad en cada partido que se disputaba, muchos futbolistas han dado el primer paso en el fútbol profesional con gradas ausentes de público. Sin la mirada directa de sus familiares viéndoles cumplir el sueño de llegar a lo más alto del deporte en el país. En ese contexto, uno de los jóvenes futbolistas que se hizo hueco en la Primera División fue Nicolás Fernández Mercau. El ciclón de San Lorenzo, y un lateral con alma de atacante que con el tiempo ha dado la razón a que apostaran por él.

Los rumores que llegan a Argentina del interés de clubes europeos por él pueden sonar lógicos viendo su nivel. Pese a sus 22 años, y un debut del que no dista mucho tiempo atrás -el 14 de noviembre de 2020 jugaba su primer partido en Copa Maradona con los del Bajo Flores ante Aldosivi-, Mercau se ha convertido en uno de los mejores argumentos de su equipo sobre el terreno de juego. Para San Lorenzo el momento actual en lo deportivo no está siendo bueno. La inestabilidad general de la entidad está llevando a que las apuestas en el banquillo no tengan un gran recorrido, y de ahí lo que más perdura hasta el momento son algunos de los jugadores del plantel.

En Sudamérica, con un mercado que está en constante movimiento, retener para crecer a veces es un logro. Pero sacar futbolistas de la cantera supone un valor añadido para encauzar un proyecto o revalorizar a alguien que es de la casa. Ese es el caso de Mercau en San Lorenzo. El bonaerense lleva poco instaurado en la élite, pero no le ha hecho falta tampoco mucho para hacer ruido. En su paso las distintas categorías del Ciclón, su posicionamiento habitual no era el actual: lateral/carrilero izquierdo. Como enganche, volante e incluso extremo, el zurdo deslumbraba por su gran habilidad con la pelota.

Ampliar

Viendo el fútbol de cara es un jugador que lleva en sus botas grabada la palabra “producir”. Es por eso que no suena extraño que cuando jugaba en los Reservas del conjunto del Bajo Flores, llegara a tener el número ‘10′ a su espalda. Y en este punto, el querer tener campo y jugar de cara, se encuentra el punto de soporte para que pasara a jugar en la línea defensiva por el costado. El entrenador que le dio paso para ello fue Pedro Troglio, que supo comprender que contra más pudiera observar a sus compañeros Mercau, y contra más campo tuviera por recorrer, más impredecible podría ser para los contrarios.

Fernández Mercau es uno de esos laterales/carrileros de buen pie. A los que les gusta abarcar campo y trascender desde su propio campo hasta los metros finales. Es por ese motivo que desde que ganara peso en el equipo, en San Lorenzo dan una gran importancia al juego por su banda izquierda. Con él, la presencia está asegurada, y también el desborde en las acciones individuales (tiene una gran capacidad para el regate). Y aunque lo más llamativo de su juego puede llegar cuando actúa de manera “solitaria”, en las combinaciones o filtrando pases también tiene una gran capacidad de actuación. Todo ello con margen de mejora.

Veloz y hábil, a Mercau solo hace falta ir descubriéndole más. Corrige bien en defensa, aunque en ocasiones es vulnerable a su espalda, pero es uno de esos futbolistas que crecen a partir de la pelota. Porque su posición es la de lateral, pero su fútbol en la mayoría de situaciones es muy distinto. Por eso, aunque acumule su zona en todo el lado izquierdo, su rol no se ciñe a ir pegado a la línea de cal para dar amplitud. Se mueve, se mezcla en ciertos momentos por dentro y rompe a partir de esas situaciones en beneficio del equipo. Van 37 partidos a sus espaldas y sumando, a ver hasta qué cifra llega.