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ROSARIO CENTRAL

El adiós del canalla eterno

El ídolo de Rosario Central, Marco Rubén, jugó ayer su último partido como profesional y logró despedirse con una asistencia y un gol para el recuerdo. Se retira con 105 goles.

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El adiós del canalla eterno

No es fácil despedirse de un ser al que has visto nacer, al que le tuviste que dejar marchar para crecer y al que le recibiste con los brazos abiertos para vivir una segunda aventura. Ayer el Gigante de Arroyito vivió una última jornada especial de la Copa de la Liga Argentina con la despedida de su máximo artillero de su historia. Marco Rubén fue ovacionado por su gente, familia, amigos y compañeros en la previa al partido frente a Estudiantes. Un partido intranscendental para los locales pero cargado de un sentimiento especial. Esta despedida ya es para siempre y después de un adiós nada vuelve a ser lo mismo.

Marco Rubén, a sus 35 años, decidió a finales de la campaña pasada alargar un año su estadía con Rosario Central. Desde ese momento comenzó una cuenta atrás que llegó a su final contra Estudiantes. El delantero argentino, que jugó en equipos como River Plate, Villarreal, entre otros, alcanzó la cifra de 105 goles con la camiseta del Canalla al gritar su último gol ante toda su gente. Un último tanto muy especial que desató la locura en el jugador al subirse a la valla que le separaba de su afición.

Sueño cumplido, me retiro de la mejor manera. Gran partido, convirtiendo un gol, los compañeros dieron la cara y se jugaron la vida, no puedo pedir más. Feliz de haber cumplido muchos sueños con esta camiseta”, declaró el jugador al final del partido”, dijo Rubén tras el encuentro.

No quiso recibir la ovación al ser sustituido y se negó a ser cambiado porque quería jugar cada minuto hasta que el árbitro señalase el pitido final. Saboreó cada instante de manera especial, no quería perderse ningún detalle y peleó todo como si acabase de aterrizar en la élite. Marco Rubén no olvidará los 262 encuentros que jugó con Rosario Central y el Canalla recordará para la eternidad al que es su máximo goleador de su historia.