Boca no se baja de la pelea: en Mendoza, cueste lo que cueste
El Xeneize debe pisar fuerte ante Godoy Cruz para seguir prendido a la lucha por el campeonato. La fórmula siempre será ir al frente.
Las cinco victorias de manera consecutiva (Defensa y Justicia, Atlético Tucumán, Colón, River y Lanús) le dieron un impulso gigante a Boca. El Xeneize mostró la chapa de equipo grande y se metió, casi sin imaginarlo, en la lucha por el campeonato. A esta altura, nadie puede dudar de la jerarquía del plantel comandado por Hugo Ibarra, pero la deuda sigue pasando por el nivel colectivo. Los últimos resultados trajeron felicidad, pero no maquillaron la realidad.
El empate en cero ante Huracán en la Bombonera hizo sonar la alarma en medio de días alegres para la mitad más uno de la Argentina. Durante los 90 y pico de minutos que se jugaron frente al Globo, los de la Ribera no pudieron encontrarle la vuelta y mostraron una pálida imagen en cancha. El resumen perfecto podría hacerse contando que ninguno de los siete mediocampistas que probó el entrenador (Varela, Pol, Payero, Molinas, Ramírez, Romero y Medina) pasaron los 5 puntos.
La gente pobló el estadio un lunes a las 19 horas, empujó desde las tribunas, pero, a diferencia de lo ocurrido en el último Superclásico, los de adentro no lograron contagiarse. El exigente y apretado calendario de partidos no da tiempo para lamentarse. Este viernes, el último campeón local desembarcará en Mendoza para visitar a Godoy Cruz y jugarse, quizá, una de sus últimas balas para pelear la Liga Profesional. Quedan 21 puntos en disputa y quien se anime a asegurar que a este Boca no le da para competir se estará equivocando.
En medio del descanso y la recuperación física, plantel y cuerpo técnico deberán volver a las bases y entender que cuando el buen fútbol no abunda, hay que sacar el plus que exige este escudo en momentos calientes. Nunca, jamás, se sumaron estrellas al escudo especulando: en la tierra del vino hay que asumir el protagonismo e ir al frente.