Boca ganó y llega entonado al Superclásico

Boca se plantó en La Plata, le quitó la pelota a Estudiantes, tuvo las ocasiones más claras de gol y encontró en su arquero, Agustín Rossi, la seguridad necesaria para mantener el arco en cero. Así podría resumirse el primer tiempo entre el Xeneize y el León, que también metieron pierna fuerte y no se guardaron, absolutamente, nada.

Luis Vázquez avisó con un cabezazo que se fue apenas desviado y luego le sacaron un remate en la línea. Sebastián Villa también generó dos, pero le faltó eficacia en los metros finales para batir a Mariano Andújar. Carlos Zambrano, quien reemplazó al lesionado Carlos Izquierdoz, ganó en el área, pero no pudo darle dirección al frentazo. No quiso entrar.

Los locales sufrieron la lesión tempranera de Mauro Boselli, quien se dobló el tobillo y debió salir, y no pudieron meterse nunca en partido por mano propia. Sin embargo, Fernando Echenique inventó un penal, tras una falta de Frank Fabra que no fue, y les dio la chance de abrir el marcador: el “Loco” Díaz tomó la bola, ejecutó al palo derecho, pero se chocó con el experto Rossi, quien otra vez se hizo gigante. Justicia futbolera.

Por esas cuestiones inexplicables que tiene el fútbol, Boca se fue al descanso sin inflar la red, pero cambió la imagen respecto a la semana pasada. Sebastián Battaglia, molesto con el juez, aprobó el rendimiento de sus dirigidos y se fue conforme al descanso, sobre todo por el funcionamiento de los mediocampistas.

El complemento también arrancó a todo ritmo y Boca pegó de entrada, pudiendo sacarse la espina de no haber convertido durante los 45 iniciales: Aaron Molinas tomó la pelota en tres cuartos de campo rival, levantó la cabeza, asistió de gran manera a Villa, quien sacó un correcto centro para que Luis Advíncula meta un frentazo al palo más lejano del uno pincharrata. 1-0 a los 8 minutos del segundo tiempo.

Estudiantes, con “Corcho” Rodríguez ya en la mitad de la cancha, intentó reaccionar, pero no contó con buena circulación de pelota y le costó muchísimo el partido. Fernando Zuqui, uno de los puntos más alto del cuadro de la Ciudad de las Diagonales, se lo perdió dentro del área y estuvo muy cerca de empardar la historia. La gente empujó, el equipo no reaccionó y la cara de Ricardo Zielinski reflejó el andar de los suyos.

El Xeneize le apostó al contragolpe, tuvo algunas, pero las terminó mal. La mínima diferencia en el resultado dejó abierto el partido hasta el cierre y el Pincha, sin jugar del todo bien, avisó con dos remates: primero, Emmanuel Mas desde media distancia; luego, Díaz desde la medialuna. Pero Rossi le volvió a poner un candado al arco.

Para darle aire a Boca, y también para hacer correr el reloj, Battaglia movió el banco y realizó varias modificaciones juntas: Jorman Campuzano, Gabriel Vega, Exequiel Zeballos y Nicolás Orsini saltaron al campo de juego para defender el resultado. El cronómetro del árbitro corrió, las corridas del Changuito pudieron planchar el desarrollo del pleito y los tres puntos viajaron para La Boca.

A una semana del Superclásico, que se jugará el domingo que viene desde las 19 horas en Núñez, Boca cambió la imagen y, además de ganar un partido bravísimo, contó con algo fundamental para renovar la ilusión: buen nivel futbolístico. Prohibido achicarse en tierra riverplatense.