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RIVER PLATE

Otro arranque torcido para River

El Millonario fue superado en Santa Fe y, más allá del error del árbitro, perdió con justicia ante Unión. Las derrotas en el inicio de las temporadas, un problema que se repite.

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Otro arranque torcido para River
@RiverPlate

Cuando se anunció la formación elegida por Marcelo Gallardo para el debut en la Copa de la Liga, la sorpresa y la ilusión invadieron a los riverplatenses. Las presencias de Juan Fernando Quintero y Nicolás De La Cruz entre los titulares invitaban a pensar en un equipo dinámico para controlar las acciones en el mediocampo y llegar desde atrás con mucha gente al área.

Pero un inicio esperanzador que incluyó un remate del uruguayo en el palo fue prácticamente todo lo que tuvo para dar en la tarde-noche santafesina un Millonario sin sorpresa, sin profundidad en ataque y con desconcentraciones severas en el retroceso.

Más allá de las cuestiones tácticas a revisar por el DT, se volvió a repetir un problema que viene de larga data: después de los recesos y/o de los grandes triunfos, a River le cuesta volver a ponerse en sintonía.

Está claro que los del Muñeco pueden tener un mal partido o una mala racha como cualquiera, pero hay un factor común que, al menos por ahora, no parece tener solución. Es el séptimo inicio de torneo local consecutivo sin ganar y el cuarto que comienza con una derrota para los de Núñez.

"Siempre en los arranques de los campeonatos nos cuesta más de los normal. Pero son curiosidades y es bueno que nos pase ahora. No nos gusta arrancar perdiendo ni mucho menos, pero son cosas del fútbol. Los errores de hoy nos tienen que servir para el próximo partido", opinó un aplomado Enzo Pérez, con la cinta de capitán, todavía en el campo de juego del 15 de Abril.

Como si tardara más que el resto en ajustar sus engranajes para volver a convencerse de lo que puede dar, el último campeón del fútbol argentino tuvo fallas organizativas, conceptuales, técnicas y en algunos tramos hasta pareció superado en actitud por un Unión que se ajustó a un libreto que demostró tener bien estudiado.

La buena noticia es que, como casi siempre, el conductor del grupo acertó con el diagnóstico y optó por no echarle la culpa a Néstor Pitana -sobre quien igualmente aclaró que había inventado el penal. El Tatengue fue superior porque jugó todo el tiempo a lo que quiso, mantuvo a la visita a raya y contó con las situaciones más claras para convertir.

Quedó en evidencia, por si hiciera falta, que aunque la jerarquía del plantel es determinante, no es suficiente por sí sola para atropellar a rivales que ya saben cómo neutralizar el estilo preferido de River y todo se les facilita cuando no se les opone un plan B.

El miércoles frente a Patronato, el objetivo será justamente ese: volver a imponer las condiciones del juego, empezar a sumar confianza y demostrar que la chapa de candidato no solo se sostiene desde los nombres y los logros recientes. Todavía hay margen, pero el año recién comienza y los de la Banda Roja ya tienen tarea por hacer.