Presente y futuro: la Reserva de Boca ilusiona

La vienen peleando y remando desde hace mucho tiempo. El sacrificio hecho durante tantos años empieza a dar sus frutos y la ilusión de convertirse en jugadores de la Primera de Boca está más vigente que nunca. A sus cualidades futbolísticas, le agregan algo fundamental para triunfar en cualquier club: sentido de pertenencia. Los pibes, que ya no son tan pibes, mantienen vivo el hambre de gloria y generan esperanza pensando en lo que viene.

Juegan, corren, meten y se muestran agradecidos para con quienes van a verlos un día de semana, a las 21, para manifestarles todo su apoyo. Guiados por su capitán Aranda, le ofrecen las conquistas a la hinchada, porque entienden que ahí está el alma de Boca. Antes, Sebastián Battaglia; ahora, Hugo Ibarra: las leyendas que supieron hacer historia grande les marcan el camino y les cuentan parte de la fórmula secreta para moverse en este mundo.

Algunos apellidos empiezan a hacerse cada vez más conocidos y van metiéndose en las conversaciones de los que alientan de la línea para afuera. No sorprendería que varios de ellos sean citados para la pretemporada de verano y aparezcan con sus cabezas rapadas producto del viejo ritual que acompaña a los planteles en el fútbol argentino. Si nada extraño ocurre, el 2022 les dará el lugar que supieron ganarse. Paciencia, tiempo, aguante y banca para cuando les llegue la oportunidad. Porque en ellos está gran parte del futuro de Boca.