Rojo, el nuevo caudillo de Boca

"Para jugar estos partidos fue que vine a este club", remarcó luego de la eliminación a River en la Copa Argentina. Con los dientes bien blancos y una sonrisa que le cubría casi todo el rostro, se retiró hacia la zona de vestuarios para celebrar en la intimidad con un grupo que había sufrido algunas injusticias en las últimas semanas.

En el momento de las fotos, la mayoría de los futbolistas juveniles, que pusieron la cara por el club en un momento complicado, lo buscaron a él. El mensaje común fue de agredecimiento y eso marca la importancia que tiene dentro del grupo el hombre que disputó dos mundiales con la Selección Argentina.

El esfuerzo de la pretemporada está dando sus frutos y su rendimiento en el campo de juego va creciendo partido a partido. Firme de arriba, sólido de abajo y con una jerarquía absoluta para afrontar momentos de suma tensión, como fue el primer penal de la serie ante el Millonario. "Comimos mucha mierda, nos merecíamos una alegría así", declaró.

Boca debe mejorar futbolísticamente, encontrar una idea y aferrarse a un sistema que lo lleve a ser protagonista en cualquier cancha. Pero siempre será más fácil mejorar cuando puertas adentro las cosas están claras y haya líderes como Marcos Rojo. Ha nacido un caudillo necesario para estos tiempos.