BOCA JUNIORS
Superclásico o nada
El Xeneize, que juega cada vez peor, comienza a preparar el Superclásico de Copa Argentina. Otra vez, como ante Atl. Mineiro, llegará de punto a una parada difícil.
¿Puede un partido evidenciar casi todas las falencias de un equipo? La respuesta es afirmativa y el caso de Boca, que cada día juega un poco peor, empieza a ser preocupante, pero de verdad. Lo sucedido ante Talleres, en Córdoba, dejó una sensación negativa y un interrogante común entre los hinchas: ¿cuál es la idea futbolística del Xeneize?
El problema está ahí, en lo colectivo. Por eso no se ven sociedades ni circuitos de juego, las triangulaciones se dan cada tanto, los volantes se conectan poco con los delanteros y los pelotazos cruzados, desde el fondo, se utilizan como un recurso demasiado frecuente. En el aspecto individual hay algunos puntos a destacar, como el nivel de Marcos Rojo y las buenas intervenciones de Agustín Rossi, pero parece no alcanzar.
Las estadísticas sirven para contextualizar y los números de Boca son, realmente, preocupantes: el conjunto dirigido por Miguel Ángel Russo ganó uno de sus últimos 13 partidos (a The Strongest, por Libertadores) y apenas marcó un solo gol en los primeros cuatro encuentros del torneo local. Además, las elecciones del entrenador tampoco se entienden demasiado y atentan aún más contra la esperanza futbolera.
Este miércoles, Boca disputará una nueva edición del Superclásico y tendrá la responsabilidad de hacer un buen papel en el estadio Ciudad de La Plata. El cruce de octavos de final de Copa Argentina no llegó en el mejor momento, pero los partidos no se eligen, sino que se afrontan y se juegan. Mente fría, corazón caliente, actitud, garra y, por supuesto, intención de juego: cosas que no pueden faltar en el próximo mano a mano contra el eterno rival.