Otra vez entre los cuatro: River manda en Sudamérica

Con altibajos de rendimiento, con diferentes planteles, con muestras de carácter que valen clasificaciones angustiosas o con comodidad como anoche ante Nacional, River se sostiene en los primeros planos del continente y vuelve a ser protagonista, una y otra vez, en la Copa Libertadores.

A partir de la llegada de Marcelo Gallardo en 2014, el Millonario se reinventó y le agregó a su identidad de juego vistoso y constante búsqueda ofensiva una cualidad extra: la determinación para afrontar los cruces internacionales mano a mano.

Desde la primera Copa Sudamericana en la que se priorizó la semifinal contra Boca y se relegó el torneo local que terminaría ganando Racing, en Núñez se puso el foco en la búsqueda de un espíritu copero que era la gran deuda histórica del club.

Con el Muñeco como estandarte, fueron pasando los planteles pero la idea fue la misma de siempre, la que el propio entrenador declamó una semana atrás: "Si podemos jugar, jugamos. Si nos llevan a un escenario donde hay que combatir, combatiremos".

Desde que comenzó el ciclo, River jugó seis Copas Libertadores -lo hizo todos los años desde 2015 hasta hoy- y en cinco de ellas estuvo entre los cuatro mejores equipos de América. A excepción de los octavos de final que perdió con Independiente del Valle en 2016, nunca quedó eliminado antes de semifinales.

En la instancia que desde la primera semana de enero lo enfrentará con Palmeiras, ya se midió con Guaraní (ganó en 2015), Lanús (perdió en 2017), Gremio (ganó en 2018) y Boca (ganó en 2019). En caso de llegar al Maracaná, sería la cuarta final en poco más de un lustro, las mismas que había alcanzado en los anteriores 55 años de disputa del certamen.

El patrón es claro. En los tiempos que corren, los de la Banda Roja dominan la escena continental, un escalón por encima de otros poderosos como Boca, Gremio y Palmeiras. En el inicio de 2021, intentarán ratificarlo con una nueva consagración.