Un exjugador argentino confiesa que Maradona evitó su suicidio
El exdefensa Pedro Monzón "Moncho" reveló que el mítico futbolista, fallecido hace apenas unos días, le visitó cuando estaba a punto de quitarse la vida.
Pedro Damián Monzón "Moncho", el exfutbolista argentino de Independiente, fue compañero de Diego Armando Maradona en la selección y al igual que él forma parte de la desgraciada lista de futbolistas que vieron su carrera truncada por los excesos con las drogas.
Diego falleció a sus 60 años y Monzón quiso recordar una maravillosa anécdota del '10' con la que evitó una gran desgracia.
El propio Monzón lo desveló hace tres años, cuando tenía 55, en una entrevista con el programa "Arroban" (FW TV) al ser preguntado por una anécdota de las muchas que ha vivido con su amigo "El Pelusa". Debía elegir "la superior" a las demás, pero explicó que le resultaba difícil porque todas lo son para él y a pesar de llevar mucho tiempo sin verle, le tiene un tremendo cariño que también ha inculcado a sus hijos.
Tras esta reflexión se quedó con dos anécdotas muy distintas en las que Maradona fue protagonista: uno de sus momentos más felices en los terrenos de juego y uno de los más duros en su vida personal.
El gol que "le dio" Maradona
Respetando su orden, Monzón recordó el gol que anotó con Argentina ante Rumania en la fase de grupos del Mundial de Italia de 1990 rematando un córner de cabeza lanzado por Maradona y desveló que esa asistencia estaba planeada. Horas antes, había ido a su habitación y le había "frotado los pies" para que le ayudara a marcar un gol y el 10 ideó la jugada. Salió a la perfección y Moncho se lo agradeció yendo corriendo a abrazarle y a celebrarlo con él.
Argentina terminó subcampeona de ese Mundial, tras perder 0-1 contra Alemania, y Monzón entró en la historia al convertirse en el primer jugador en ser expulsado en una final.
El día que Maradona evitó su suicidio
Monzón advirtió que la segunda anécdota era "dura, fuerte" y confesó que, sin ser consciente, Maradona evitó que se suicidara.
Tras colgar las botas, el exfutbolista reconoció que se lo planteó muchas veces y que en aquella ocasión "tenía muchas ganas" porque se había separado, vivía en un local en el que solo tenía una silla y estaba tan mal económicamente que a veces no tenía ni para comer.
Sin embargo, afortunadamente antes de dar el trágico paso de apretar el gatillo buscaba excusas para no hacerlo y se le ocurrió llamar a Maradona diciéndose a sí mismo que si no venía a verle se suicidaba.
Le llamó, le dijo que no estaba bien y, aunque pensaba que no iba a ir, El Pelusa apareció en su casa en lo que para él fueron "cinco minutos, pero seguro fue más tiempo".
"Cuando vi su camioneta dije no puede ser. Escondí el revólver por vergüenza, no le dije nada de lo que iba a hacer. Cuando llegó le dije que se sentara en le silla y él me respondió 'No, si vos estás en el piso yo me siento con vos en el piso", comentó Monzón.
El exfutbolista terminó su relato dando detalles de la conversación que mantuvieron y de cómo Maradona siguió ayudándole después de este día. Le contó que no tenía dinero ni para ir a conocer a su hija, que había nacido hacía dos meses y vivía en Tucumán.
"Después de eso fui a verla, tuve para comer y un montón de cosas", concluyó Monzón emocionado.