CORONAVIRUS ARGENTINA
Coronavirus Argentina: ¿por qué el Gobierno rechaza las pistolas Taser?
Desde el Gobierno Porteño, lanzaron la compra de 300 'pistolas Taser' como respuesta al policía muerto. Desde el oficialismo, hay posiciones encontradas.
Luego de la trágica muerte del policía de la Federal acuchillado por un hombre en Palermo, barrio ubicado en el norte de la Ciudad de Buenos Aires, el Gobierno de la Ciudad dio la orden de avanzar con la compra de 300 dispositivos de inmovilización temporal para que sean utilizadas por la Policía de la Ciudad. Así lo ordenó el Vicejefe de Gobierno Diego Santilli, quien además está a cargo del Ministerio de Justicia y Seguridad porteño.
El proceso para adquirir estas herramientas conocidas como "pistolas Taser" se inició el año pasado, cuando también se enviaron a instructores de tiro del Instituto de Seguridad Pública de la Policía de la Ciudad a capacitarse a distintos países.
En la Ciudad, el objetivo, en un principio, es utilizarlas en lugares cerrados donde circulen muchas personas y sería totalmente inapropiado utilizar armas de fuego.
Desde el oficialismo, hay posiciones enfrentadas respecto a la utilización de las 'Pistolas Taser':
Por su parte, la Ministra de Seguridad Nacional, Sabina Frederic, había derogado en diciembre de 2019 el protocolo de uso de las Taser que había impulsado Patricia Bullrich, su predecesora en el área.
El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, aseguró que la utilización de las pistolas Taser "no está en estudio" dentro de las fuerzas federales de seguridad y confirmó que tanto las provincias como la ciudad de Buenos Aires "tienen autonomía" para decidir su implementación.
El presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, pidió el uso de las pistolas Taser: "Usar Taser, tonfas o cualquier instrumento nuevo que ayude a incorporar tecnología contra el delito es una obligación. Son las herramientas que en Estado de Derecho nos da la Constitución para hacer cumplir la ley", planteó el legislador.
Sin embargo, los organismos de derechos humanos rechazan su uso por considerar que es un elemento de tortura y proponen límites para evitar uso indiscriminado que no se tuvieron en cuenta. Un estudio realizado por Amnesty International en los Estados Unidos que mostró que de 334 personas muertas por el uso de las Taser entre 2000 y 2007, sólo 33 portaban armas y sólo 4 armas de fuego. Es decir, más del 90% de las víctimas fatales estaban desarmadas.