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River Plate

Costanzo: su historia en River y su pasado boquense

El ex arquero del Millonario se refirió a su simpatía por Boca en la infancia, hizo un balance de su experiencia en Núñez y habló de la pelea Ameli-Tuzzio.

Costanzo: su historia en River y su pasado boquense
Diario Popular

A comienzos de los 2000, su nombre era una referencia a la hora de hablar del arco de River. Hoy se encuentra alejado de la actividad profesional y trabaja en la secretaría técnica del Basilea, club con el que tuvo mayor éxito en Europa. A la distancia, Franco Costanzo mantuvo una extensa charla con el diario La Nación en la que contó detalles de su paso por el Millonario.

"No creo que me haya ido mal, porque tuve la suerte de jugar más de 100 partidos en el club y ganar campeonatos. Me hubiese gustado irme de una mejor manera, pero en el fútbol no siempre se dan las cosas como uno quiere. Creo que el hincha nunca me terminó de conocer. El hecho de no haber hablado y no haberme podido defender ante críticas que me parece que fueron excesivas, tal vez dieron la percepción de una persona que no soy", comenzó analizando el ex guardavalla riverplatense.

En ese sentido, explicó por qué no brindaba entrevistas: "Siempre me preguntaban si yo me había peleado con algún periodista, por cómo me castigaban, y la verdad es que no tuve absolutamente nada. Yo salía del entrenamiento y saludaba, por ahí alguno me venía a pedir una nota y le contestaba que no de la mejor manera. Estaba en mi derecho y no me arrepiento. Ahora, si me preguntás: '¿Hubiese sido más fácil mi etapa en River si yo hablaba?'. La respuesta es 'sí'. En cierto punto era consciente de eso, pero parte de mi personalidad era construirme una coraza. O sea: yo quería ser el arquero de River, pero estar exento de lo que implicaba ser el arquero de River. No me gustaba contar cosas de mí, no me gustaba la exposición pública ni que me reconocieran por la calle. Iba a un boliche y quería hacer la cola como todos. Y ojo: sabía lo que era River, eh. No es que llegué de un club chico. No, yo me crié desde los 15 años en River".

Acerca de su pasado, Costanzo también reveló que aunque llegó de chico a Núñez y vivió en la pensión, su pasión estaba ligada a la vereda de enfrente: "Mi viejo era recontra futbolero, y me llevaba a la cancha a ver a Atenas, también lo iba a ver a sus torneos de veteranos. Yo seguía mucho a mi viejo y a mi hermano Lucas. En casa, mi vieja era de San Lorenzo, mi hermana de River y el resto éramos de Boca. Obviamente, después terminamos siendo todos de River, menos mi viejo, que cuando jugaba un clásico en primera me decía: 'Que te vaya bien y empatemos'. Hasta ahí llegaba su amor".

De todas formas, aclaró que con el paso del tiempo, su sentimiento se revirtió: "En la pensión éramos varios hinchas de Boca, pero te empezás a poner la camiseta de River y querés ganar. Sentís la rivalidad, y si bien no odiás al rival, te das cuenta de que cuanto mejor le vaya a River y peor a Boca, el clima será otro en el club. Los jugadores de fútbol no somos como el hincha común, nos pasa otra cosa. Yo crecí en River, viví tres años en la pensión de River, estudié en River, estuve 10 años en el club, no hay manera de que no te transformes y termines queriendo los colores y sintiendo que River es tu club. Yo hoy soy de River y mi hermano mayor, que era de Boca, es fanático de River y lleva a sus hijos al Monumental. Ni te digo cómo festejé estos años ni cómo grité los goles en Madrid".

En tanto, destacó el título del Clausura 2003 obtenido en Bahía Blanca como su día más feliz en el fútbol y la derrota en la final de la Copa Sudamericana ante Cienciano como el más triste. A su vez, se refirió a la pelea entre Horacio Ameli y Eduardo Tuzzio por cuestiones personales que salió a la luz en instancias decisivas de la Copa Libertadores 2005.

"Afectó muchísimo, porque veníamos súper bien y nos tomó por sorpresa. Fue dificilísimo sobrellevarlo a nivel vestuario, no sabíamos cómo hacerlo, fue lo más fuerte que viví dentro de un plantel. Que agarré del cuello a Ameli, como se dijo, es mentira. La verdad es que estábamos todos shockeados, se suspendió la práctica, nos quedamos en stand by y empezaron las reuniones: qué hacemos, por dónde seguimos, tratemos de que esto no salga de acá. y a las dos horas estaba en todos los programas. Era imposible que no se supiera. Para mí fue muy duro porque era amigo de los dos. Hablé con ambos y no tomé partido por ninguno. No soy quién para hacer un juicio de valor", manifestó.

Por último, el hombre que en pocos meses cumplirá 40 años hizo mención a la actualidad del club y la seguidilla de éxitos internacionales: "Lo disfruté muchísimo, me salió el hincha de vuelta, sobre todo por la identificación que logró Marcelo, te hace sentir orgulloso. Es muy difícil que un equipo se identifique tanto con un club, que te transmita tanto. Me asombra y me parece brillante su reinvención permanente, ese ir por más. El podría haberse ido hace rato con toda la gloria, ganador, pero no se conforma. Los partidos los veo todos".