FINAL COPA SUDAMERICANA 2019
El diluvio que no tuvo nadie en sus planes
Sigue la malaria de CONMEBOL en sus finales coperas, ahora este sábado llegó la lluvia a Asunción que frenó el partido a los 30 del primer tiempo.
Nadie esperaba este fenómeno meteorológico. A la salida de los equipos, se volaba todo: banderas de la organización, globos, pancartas, papelitos, todo hacía un remolino que presagiaba lo que se venía.
Y a los 15 minutos de arrancado el encuentro, arrancó la lluvia, que al principio, parecía ser tolerable. Luego empezó el diluvio, cada vez más intenso. No se veía absolutamente nada. Y el árbitro brasileño, Raphael Claus al ver los charcos que se formaban, se negaba a frenar el juego.
Ya al minuto 24, en medio de la cortina de agua, llegaba el gol de Luis Fernando León: cabezazo de pique al suelo que engañaba a Burián y se le colaba entre las piernas. Independiente del Valle supo los caminos ante este cambio de clima.
Y después, lo inevitable. La Nueva Olla no era más un campo de juego, sino una piscina gigante, y el juego era imposible de seguir. Claus llamó a los jugadores y a los vestuarios, mientras continuaban los baldazos de agua y truenos.
Treinta/cuarenta y cinco minutos de demora para que se reanude, previos trabajos con secadores, escobas y lo que haya a mano, removieron el agua del campo de juego. Claus salió tras treinta y cinco minutos en el campo a reconocer el terreno, ya la lluvia había amainado.
Luego de repintar las líneas y volver a preparar el terreno de juego, el árbitro dio luz verde a la final a las 19 hora local, dentro de los plazos estipulados, a pesar de que se veía que iban a esperar todo el tiempo necesario para que el partido termine en el día.
Una nueva complicación para un año difícil para la institución que comanda el paraguayo Alejandro Domínguez. Tras la final de Libertadores en Madrid, la final de la Sudamericana que pasa de Lima a Asunción por problemas con la federación peruana, la final de la Libertadores de Santiago a Lima por el estallido social en Chile, y este sábado en Paraguay, el invitado que no necesita invitación: la tormenta. Todo conspirando contra la organización de CONMEBOL y sus finales.