VÉLEZ SARSFIELD
Mauro, el 'traidor' que ayudó a Vélez en su peor momento
El capricho del hincha del fútbol argentino lo cataloga de traidor, pero si se va a la memoria y a lo que pasó en Vélez en 2018, indica todo lo contrario.
Los hinchas en el José Almalfitani comenzaron post victoria ante Lanús a palpitar el reencuentro con el viejo ídolo (o exidolo). "El que no salta, es un traidor". Además, con el ya clásico: "El domingo cueste lo que cueste, el domingo tenemos que ganar".
El enojo de los hinchas del Fortín no es con Boca de manera directa, sino con el futbolista. No hay un cuestionamiento concreto por que el delantero se haya puesto la azul y oro, más allá de que el presidente de la entidad de Liniers Sergio Rapisarda alguna vez acusó sin pruebas a Daniel Angelici de seducirlo y asegurarle un puesto en la Selección Argentina, algo que hasta aquí los hechos se han dado de manera contraria de forma incuestionable. Aún así, se generó un odio desorbitado, incluyendo fuertes amenazas contra su familia y llamados al colegio de sus hijas por amenazas de bomba.
Hay que apelar a la memoria: Vélez en 2018 iniciaba un año muy complicado, por las malas campañas, los promedios decían que habían chances de descenso a la B Nacional, divisional que no tocaba desde la década del 40 del siglo pasado. Y Mauro tenía ya la decisión de volver. Convenció a Watford -dueño de su pase en aquel momento- y al Al Nasr, club que estaba a préstamo para regresar a Liniers.
Fue recibido con honores en el aeropuerto de Ezeiza, los hinchas de Vélez vivieron con alegría y pasión la vuelta de su ídolo. "Fue difícil convencer a dos clubes, pero acá estoy. Yo dije que si el club lo necesitaba, iba a ser el primero en dar una mano", dijo, sabiendo que pudo haberse quedado en el exterior a ganar mas dinero pero cumplió en volver si el club estaba en aprietos y así lo hizo.
La presencia de Zárate fue fundamental: 8 goles en 13 partidos. Vélez mantuvo la categoría, sacando 24 puntos de 42 posibles y terminó la Superliga en el puesto 14º, con 38 puntos, a apenas tres de clasificarse a la Copa Sudamericana de este año. En la tabla de promedios, finalizó con siete equipos por debajo, los cuatro que descendieron (Témperley, Olimpo, Arsenal y Chacarita) y tres que iban a pelear el siguiente año: San Martín SJ, Patronato y Tigre. Objetivo cumplido.
Pero en el transcurso del semestre, surgieron problemas: la relación con el entrenador Gabriel Heinze no era la mejor. Polémicas con su posición en la cancha, por los partidos que salió reemplazado, para muchos, a destiempo, y los enojos de Mauro no se ocultaron cada vez que tenía que dejar el césped hacia el banco. Además de la polémica que generaba esta situación en la gente y en la prensa.
Y fue así que al aparecer la oferta de Boca, suprimió la promesa de firmar una renovación con la entidad velezana. El Xeneize pagó los 2 millones de euros de su ficha y Zárate se mudó al equipo de la Ribera. Los nuevos desafíos de pelear Copa Libertadores y estar en el radar de la Selección, pudieron mas en Mauro. Y Heinze nunca manifestó en conferencia un lamento o la necesidad de que Mauro siga en Liniers.
"Estoy muy contento con mi presente. Si se llega a dar la chance de enfrentar a Vélez, va a ser muy lindo volver al estadio que me vio nacer. Después, lo que piense la gente la verdad que me tiene sin cuidado" declaró Zárate luego de ser consultado por este enfrentamiento, en el que el capricho del fútbol argentino dirá que es un 'traidor', pero en el que si se apela a la memoria, dirá que dio una mano en el momento mas complicado de Vélez y que la ingratitud del hincha argentino pone al jugador de fútbol como villano y no como lo que es: un profesional que busca desafíos.