San Lorenzo no pudo con Huracán y se define en el Ducó

San Lorenzo llegaba al gran clásico con dos caras, una muy buena en la competición internacional, a medio paso de los octavos de la Libertadores, pero con una imagen pésima en lo local, terminando casi en el fondo de la tabla y a la espera si se concretan o no el descuento de seis puntos por parte de Superliga. Huracán por su parte se la jugaba todo. Casi eliminado de la Libertadores, lo único que le queda es la Copa de la Superliga, en un muy mal semestre desde la llegada de Antonio Mohamed a la dirección técnica.

La clave para San Lorenzo eran las transiciones rápidas, con Barrios por izquierda y Loaiza con Salazar por derecha, mientras que Huracán trataba de imponer un ritmo lento, cortando en mitad de cancha para impedir cualquier corrida de los locales que puedan dejarlos mal parados.

Un primer tiempo muy igualado, donde ninguno pudo someter al otro, sin llegadas en los arcos, mucha prudencia por parte de ambos, si bien el Ciclón tuvo alguna situación aislada, no hubo ocasiones claras de gol.

En el segundo tiempo, San Lorenzo intentó seguir con la iniciativa, pero ese dominio sigue sin poder traducirse en situaciones de riesgo al arco de Pellegrino.

Huracán tuvo su primera situaciones de riesgo del partido, con un par de remates de media distancia, primero por parte de Roa, y luego de Briasco para que se luzca en ambas ocasiones el arquero Monetti. Era el mejor momento del Globo en el partido.

Pero justo en ese momento, cambia la dinámica del partido: Lucas Merolla pega un patadón a Román Martinez, ve la segunda tarjeta amarilla por parte del árbitro Espinoza y es expulsado. El mejor momento de la visita cortada por esta incidencia. Mohamed rearma el equipo, ahora con la entrada de Auzqui en lugar de Toranzo.

Y de tanto ir San Lorenzo, Briasco aprovechó un descuido defensivo del local y tuvo su chance mano a mano ante Gonzalo Rodríguez, pero el defensor justito recuperó su posición en el área y pudo extirparle la pelota antes que llegara ante Monetti.

Esto despertó al Ciclón, con dos buenas jugadas de Barrios, primero con un remate desde afuera y luego con una patriada por izquierda, que luego se la sirve a Rentería, pero su remate era bloqueado por la defensa.

No hubo mas tiempo, el Cuervo intentó pero jamás ni con superioridad numérica pudo causar riesgo al arco de Pellegrino, ni el "movete, Boedo movete" que caían de las tribunas inyectaron voracidad al equipo, y el Globo hizo negocio, con 90 minutos por delante en el Palacio Ducó el viernes por la noche.