RIVER-ARGENTINOS
El gol no llega en River
El equipo de Gallardo tuvo ocasiones para llevarse la victoria ante Argentinos Juniors pero volvió a estar desacertado en el remate. Un 0-0 más y van cuatro.
La falta de gol volvió a lastrar a River Plate. Ya son cuatro partidos consecutivos en los que el marcador es de 0-0. Crece la histórica racha de Armani como imbatido pero también otra dramática sin minutos sin ver puerta. El resultado deja más dudas de cara al duelo ante Racing en Libertadores.
En la primera mitad River tuvo problemas para entrar en el partido pero luego trató de imponerse y generar entre líneas. Durante algunos minutos acosó al Bicho pero siempre sin poner en apuros a Chávez. Fernández reclamó un penal, Quintero llevó algo de peligro a pelota parada y Pratto apenas apareció.
Con el paso de los minutos Argentinos tomó más posesión y River no se sentía nada cómodo en el campo. Armani incluso tuvo que salvar el gol en un par de ocasiones con remates de Bobadilla y Mac Allister. Gallardo y los aficionados no estaban nada satisfechos.
En la reanudación, Borré entró por Palacios para dar más mordiente al ataque. El efecto fue inmediato porque River presionó y no tardó en encontrar su mejor ocasión con un testarazo de Pratto al travesaño.
Sin embargo, no todo eran buenas noticias. Pity Martínez se marchaba con molestias musculares a pocos días del duelo continental ante la Academia. De la Cruz entró en su lugar. En la visita, Benítez sufrió problemas similares y Romero entró por él. Segundos después, Bobadilla tampoco pudo continuar. Con esas interrupciones el ritmo bajo y Argentinos se sacudió el dominio.
Ahí apareció el Bicho con una contra que terminó Romero con un remate raso que superó a Armani y que Pinola sacaba bajo palos e incluso pegaba en el larguero. River se salvaba. Y no tardó en responder con un remate en área pequeña que Chávez repelía de manera milagrosa.
En el tramo final River mantuvo el dominio pero empezó a impacientarse. De la Cruz y Enzo Pérez no filtraron pelotas como esperaba el Muñeco y Chávez mantuvo su buen hacer bajo palos.