River se despide del título

River Plate se ha despedido de sus opciones de salir campeón en una aciaga tarde como local ante Racing, que se ha mostrado como un equipo muy efectivo y seguro en defensa -hasta el minuto 80-, que ha arrasado en el Monumental, donde antes de la hora de juego ya había decidido el duelo con tres goles, aunque terminaría con sufrimiento. Lautaro Acosta marcó el primero y volvió a demostrar que es un jugador diferente.

Aunque River inició a gran nivel el juego, con velocidad, toques precisos y desmarques de sus jugadores más adelantados, no pudo superar a Gómez, en la meta de Racing, y además se encontró con el infortunio del gol visitante en la primera llegada de La Academia. Un despeje de Casco pegó en la bota de Lautaro Acosta y se coló en la portería, imposible para Batalla.

Desde ese momento a los de Gallardo les costó mucho más profundizar, los visitantes trabajaron más en defensa e incluso pudieron aumentar la cuenta con opciones claras de gol de Lisandro, que poco después se marchó lesionado, y de Acuña, que obligó al portero de River a emplearse al máximo.

Nada más empezar la segunda parte Racing se mostró ambicioso y logró aumentar la renta en un saque de esquina que remató Barbieri de cabeza. Un balón cruzado que entró pegado al poste.

Con el segundo gol encajado el equipo Millonario quedó contra las cuerdas y se mostró nervioso e impreciso en la salida de pelota. Racing no tardó en aprovecharlo con un pase al espacio de Acuña, que mostró todo su talento al superar a Batalla y anotar a puerta vacía el tercer tanto de su equipo.

Gallardo reaccionó con la entrada al campo de Larrondo y Mayada pero por momentos incluso parecía más cerca el cuarto gol visitante. Los minutos pasaron y River se vio obligado a bajar los brazos poco a poco, sin opciones de recortar distancias y con la portería rival cada vez menos accesible.

Sin falta de diez minutos del final Larrondo fue capaz de recortar distancias con un testarazo cruzado. Cinco minutos después, un disparo de Casco le desviaba Maidana para anotar el segundo. La emoción estaba asegurada hasta el final.