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ARGENTINA

Discurso de Alberto Fernández en el Congreso: qué dijo y qué reacciones provocó

El Presidente abrió un nuevo período de sesiones ordinarias con una alocución de una hora y media en la que habló de la “invasión” rusa a Ucrania, la economía argentina y la pandemia.

Actualizado a
Argentina's President Alberto Fernandez speaks at the opening session of the legislative term for 2022 at the National Congress in Buenos Aires, Argentina March 1, 2022. Juan Ignacio Roncoroni/Pool via REUTERS
POOLREUTERS

El presidente Alberto Fernández abrió un nuevo período de sesiones ordinarias del Congreso de la Nación con un discurso ante la Asamblea Legislativa que duró una hora y media y que fue transmitido en vivo.

Los puntos centrales de la alocución del máximo mandatario de la República argentina fueron la condena a la “invasión” rusa a Ucrania, la economía argentina y el Fondo Monetario Internacional, lo que se hizo y lo que dejó la pandemia, el cuestionamiento al Poder Judicial y las perspectivas para 2022.

“Querido pueblo argentino, nos han tocado tiempos difíciles signados por crisis sanitarias, económicas y bélicas. El mundo está conmovido. La tragedia de una pandemia contra la que aún luchamos ha dejado al descubierto las inequidades en las que vivimos. Pudimos ver el modo en que la riqueza se concentra en pocos mientras la pobreza y la marginalidad se distribuye en millones de seres humanos que claman por dignidad y justicia”, fueron sus primeras palabras.

Sobre la “invasión” de Rusia a Ucrania

“La paz del mundo se altera por la invasión militar de la Federación de Rusia sobre Ucrania. Europa se conmueve mientras el fantasma de una guerra vuelve a levantarse. Otra vez la violencia bélica arrasa vidas humanas. Si el mundo no comprende que es este el momento preciso en que debemos darle una oportunidad a la paz y que debemos construir nuevas reglas que saquen de la postergación a los millones de desposeídos que apenas sobreviven, otra vez la humanidad estará siendo condenada a padecer la indecencia de los poderosos.

Argentina es parte de ese mundo y no puede escapar al contexto en el que está inmersa. La guerra, en un mundo que se ha globalizado, indefectiblemente genera consecuencias sobre nuestro país”.

Consecuencias de la pandemia y las decisiones del Gobierno

“Hemos atravesado uno de los momentos más graves de nuestra historia. La pandemia que asola a la humanidad se combinó aquí con una enorme crisis económica y social desatada en 2018 y que se hizo visible en toda su magnitud”.

“Yo sé que cuando describimos la cruda realidad que nos tocó enfrentar en la primera parte del gobierno, hay quienes quieren escuchar en esa descripción un decálogo de excusas. Pero la realidad es que el mundo ha vivido un período excepcional y eso ha golpeado con mayor ferocidad en la Argentina por la situación económica y social que vivíamos en ese momento. Un sistema productivo muy deteriorado, el empleo en crisis, un sistema de salud abandonado, una deuda insostenible con el Fondo Monetario Internacional, otra deuda virtualmente impaga con acreedores privados, una inflación desatada y una pobreza creciente. Permítanme hacer una cita: ‘La pandemia de COVID-19 ha afectado al mundo entero, poniendo en peligro todas las dimensiones de nuestro bienestar y generando una aguda sensación de temor en todo el planeta. Por primera vez, los indicadores de desarrollo humano disminuyeron, y lo hicieron de manera drástica, como no se había experimentado en otras crisis mundiales recientes. La pandemia ha infectado y matado a millones de personas en todo el mundo. Ha perturbado la economía mundial, interrumpido sueños educativos, retrasado la administración de vacunas y tratamientos médicos y trastocado vidas y medios de subsistencia’. Lo que acabo de decir, no es otra cosa que la exacta descripción que la Organización de las Naciones Unidas ha hecho sobre el fenómeno de la pandemia. Hemos vivido una crisis que no tiene precedentes. Querer politizar tamaña tragedia cargándole culpas a quienes tuvimos el deber de gobernar en ese instante de la humanidad, es tentador para algunos, pero es definitivamente inaceptable”.

“Las consecuencias del Covid fueron multidimensionales. Abarcaron la salud física y mental, la vida, la economía, el trabajo, la educación y el bienestar en todas sus esferas”.

“Mientras la crisis económica de 2018 y 2019 había destruido decenas de miles de puestos de trabajo registrados, la pandemia y las restricciones dispuestas a la movilidad en 2020, afectaron principalmente a las trabajadoras y trabajadores no registrados, muchos de ellos parte de la economía popular. Por eso, en 2021 generamos nuevas medidas que afectaron lo menos posible la movilidad en los horarios más intensos de trabajo. Quisimos minimizar el daño que la pandemia causaba en el sector más vulnerable de nuestra economía. En ese equilibrio difícil, complejo, hubo quienes criticaron la implementación de medidas de cuidado que implicaban restricciones. Oí en todos los medios de comunicación dominantes esas voces detractoras que a mi juicio fueron muy poco constructivas y sumaron desánimos y desconfianzas. El pueblo argentino me adjudicó, a través del voto, la responsabilidad de tomar decisiones en situaciones críticas. He debido enfrentar dilemas que siempre he resuelto pensando en la salud y la vida de nuestra gente. Todo, absolutamente todo lo que hice combatiendo la pandemia, no tuvo otro objetivo que no haya sido el de salvar la mayor cantidad de vidas, en un contexto difícil e imprevisible. No soy infalible; lejos de ello, soy un ser humano. Me he equivocado en ocasiones, pero tengo la íntima tranquilidad que ninguna persona que habita nuestro país quedó sin la atención sanitaria que su salud reclamaba.

Inflación

“Mientras el virus atacaba impiadoso a toda la humanidad, el mundo se vio afectado por una inflación global de los alimentos. Con los gravísimos problemas que arrastraba la economía argentina, que se vieron agravados en la pandemia, y con esa costumbre seriamente arraigada en muchos sectores de ‘remarcar precios por las dudas’, no logramos reducir, en plena pandemia, la muy alta inflación que heredamos”.

“La inflación es el gran problema que tienen los argentinos y las argentinas en este momento y, sin ninguna duda, es también la principal preocupación y el principal desafío del Gobierno. Hay muchos factores que inciden en la inflación y todos tienen que ser atacados coordinadamente. En este momento histórico tenemos que asumir que la realidad tiene dos caras. Toda la intensidad de la crisis, del malestar y de las pérdidas; y también todos los logros sanitarios y económicos, que van desde la vacunación hasta la recuperación del trabajo y la producción”.

Lo que espera a futuro

“Tal vez tengamos ahora la oportunidad de ingresar en un sendero de desarrollo integral convirtiéndonos en verdaderos artífices de nuestro futuro. Seguramente lo atravesaremos encontrando coincidencias y diferencias. Si en esa diversidad logramos afianzar algunos pilares básicos, será un camino seguro con logros paulatinos y continuos. Nada se resuelve de un día para otro. Los argentinos y argentinas podremos constatar esos avances que se exteriorizaran en mejores condiciones de vida”.

“Nuestra sociedad ha demostrado a lo largo de su historia su enorme capacidad para sobreponerse a la adversidad. Padecimos golpes institucionales, persecuciones, torturas, muertes y desapariciones forzadas. Sobrevivimos al terrorismo de Estado enjuiciando a los genocidas. Cargamos el dolor de la guerra por Malvinas. Sufrimos desastres económicos que aparejaron endeudamiento, inflación, cierres de fuentes de trabajo y aumento de la pobreza. Una y otra vez fuimos capaces de volver a ponernos de pie y retomar nuestra marcha. Ahora, el destino nos enfrenta a un futuro que debemos construir como sociedad. De nosotros depende cómo edificar ese mañana más próspero”.

Crecimiento

“La economía asistió a un fin de año de 2021 exhibiendo una profunda recuperación del 10,3 % del PBI, muy superior a la esperada. Esa recuperación nos permitió revertir la caída generada por la pandemia en 2020. Hubo varios motores importantes de esa recuperación. La obra pública ha sido y será un motor fundamental del desarrollo integral. No detuvimos la obra pública con la pandemia y no la detendremos en el futuro. Tenemos 3.700 obras a lo largo y a lo ancho del país. Obras pensadas con criterio federal y ejecutadas con transparencia y equidad”.

“La industria sin dudas fue otro factor relevante que explica el crecimiento. En 2021 no solo recuperó lo perdido en 2020, sino que se ubicó 7 % por encima de 2019. Esta reactivación industrial fue una de las más aceleradas del mundo comparando contra 2019. La producción automotriz creció 38 % contra 2019, una de las recuperaciones más veloces del mundo. La producción de maquinaria agrícola tuvo un repunte extraordinario y fue la más alta en lo que va del siglo XXI”.

“En 2021 la inversión productiva fue 13 % mayor que la de 2019. A su vez, entre 2020 y 2021 hubo más de 1.300 anuncios de inversión en distintos sectores de la economía, por una cifra superior a los 57.000 millones de dólares. Dentro de esas inversiones, merece destacarse la de la empresa australiana Fortescue por 8.400 millones de dólares, para producir hidrógeno verde en Río Negro. Es el anuncio de inversión privado más importante en lo que va del siglo XXI, que posicionará a la Argentina a la vanguardia de las energías limpias”.

“En 2021 pusimos en marcha la construcción de 85 mil viviendas en todo el país y en diciembre hemos entregado la vivienda número 30 mil. Además se otorgaron 88 mil créditos para construcción o refacción de viviendas”.

“El empleo formal se viene recuperando mes a mes desde fines de 2020 y está revirtiendo el daño generado por la doble crisis que mencionamos al iniciar este discurso. La tasa de desocupación fue del 8,2 % en el tercer trimestre de 2021, la menor en más de tres años. En 2021, alrededor de unas 175 mil personas lograron incorporarse al empleo asalariado registrado en empresas privadas”.

El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional

“En el año 2018 el entonces presidente Mauricio Macri, decidió endeudar a la Argentina con el Fondo Monetario Internacional, por un monto total de 57 mil millones de dólares. Conocimos esa decisión a través de un discurso transmitido en cadena nacional. El Congreso Nacional no autorizó ese endeudamiento ni fue consultado respecto de las obligaciones que el Estado Nacional asumía al tiempo de tomar la deuda”.

“Los compromisos asumidos en 2018 eran definitivamente incumplibles teniendo en consideración el desmadre que la economía mostraba. Téngase en cuenta que tan solo en este ejercicio 2022, Argentina se comprometió a pagar en concepto de capital e intereses la suma de 19 mil millones de dólares. Y se comprometió a pagar una suma aún mayor el año próximo. Estoy hablando de cifras que no tienen precedentes en la historia universal de la economía moderna”.

“Al acceder al gobierno renuncié a recibir alrededor de 12 mil millones de dólares que restaban desembolsarse a efectos de no hacer crecer aún más semejante deuda con el Fondo Monetario Internacional. Mientras tomé esa decisión, di inicio a una serie de negociaciones tendientes a refinanciar la deuda con ese organismo”.

“En 2020 logramos una exitosa reestructuración de la deuda privada en moneda extranjera. Entonces, Argentina logró ahorrar al cabo de diez años más de 38.000 millones de dólares. Ahora el Gobierno de la Argentina ha llegado a un acuerdo con el staff del Fondo Monetario Internacional para llevar adelante un programa que nos permita refinanciar la deuda con ese organismo que nos dejó el gobierno anterior y al cual nos opusimos en su oportunidad. Estamos dando un nuevo paso en este tema, que no es el primero y no será el último. Se trata de una deuda inmensa. Sufríamos un grave problema y necesitábamos una solución. Ahora tenemos un camino para solucionarlo”.

“Teníamos una soga al cuello, una espada de Damocles, y ahora tenemos un sendero que podemos recorrer. Sin acuerdo, no podremos ayudar a construir certezas. El acuerdo que anunciamos semanas atrás sobre el marco de políticas económicas es el mejor acuerdo que el gobierno de la Argentina podía conseguir. Me hubiera gustado que el gobierno anterior no hubiera recurrido en 2018 al FMI y muchos menos en las condiciones que ya describí”.

“Pero esto es lo que sucedió y trabajé desde el primer día de mi presidencia para encontrar una solución. Con el entendimiento que logramos, podemos ordenar el presente y construir un futuro. Repito: este es el mejor acuerdo que se podía lograr. Y gobernar es un ejercicio de responsabilidad. Gobernamos con convicciones firmes y con el pragmatismo necesario para saber qué es lo mejor para los argentinos y argentinas. El nuevo acuerdo no acumulará nueva deuda a la ya tomada por el gobierno anterior. Es una refinanciación de aquél préstamo que nos permite no usar en estos años recursos nacionales para pagar los compromisos. Se usará dinero del propio FMI que empezará a pagarse dentro de 4 años y medio. Podremos utilizar ese tiempo para que semejante carga de deuda no detenga el crecimiento. El acuerdo no resuelve el problema de la deuda externa, pero da un paso importante en esa dirección. Se iniciarán los pagos en 2026 para terminar en 2034″.

Reforma Judicial

“No hay modo de combatir al crimen organizado sin un sistema judicial eficiente. Queremos que el Poder Judicial recupere la confianza pública que ha perdido y supere su crisis de funcionamiento, que sea eficaz y completamente independiente de todos los poderes, fácticos y políticos”.

“Déjenme hacer una observación. En el mes de enero los servicios de telecomunicaciones registraron el mayor aumento de precios. Eso fue posible porque algunos jueces dictaron medidas cautelares en favor de empresas prestatarias del servicio e impidieron la aplicación del decreto que declaraba servicios públicos a la telefonía celular, internet y la televisión por cable o satelital. A casi dos años de dictadas esas medidas cautelares no se expiden sobre el diferendo ni los tribunales que las dictaron ni la Corte Suprema que añeja la cuestión en algún armario. Esto que acabo de describir no es otra cosa que un acto de complicidad judicial con el poder económico”.

“Necesitamos una Reforma integral del sistema de administración de justicia federal. Lamentablemente, el Proyecto de Ley de Reforma Judicial que envié en 2020 que fue aprobado por el Senado ahora ha perdido estado parlamentario. Lo que está sucediendo con el Poder Judicial en Argentina es grave. Esa reforma que impulsé fue resistida por la oposición para beneficiar a algunos funcionarios del gobierno anterior que deben rendir cuentas. Saben que tienen aliados en fiscales y jueces de la justicia federal. Por eso siempre su primer planteo ha sido y sigue siendo reclamar la competencia de los tribunales afincados en Comodoro Py”.

“En ese proyecto de Ley, además, se creaba el juzgado federal y una fiscalía en San Lorenzo y la Cámara Federal de Apelaciones Rosario, instrumentos jurídicos indispensables en la lucha contra el narcotráfico. También ese proyecto establecía la creación de una nueva sala y una Secretaría de Narcotráfico en la Cámara Federal de Apelaciones de Rosario. No se debería demorar más tiempo en tomar decisiones tan fundamentales. Yo le solicito al Honorable Congreso de la Nación aborde la cuestión que planteamos. Que haga los cambios adecuados, que generen los consensos necesarios y que resolvamos este problema”.