Volver a las bases y crecer desde la confianza
River venció a Barracas Central sin dejar dudas y consiguió un envión anímico que necesitaba. Las vueltas de Simón y Palavecino le dieron buenos resultados a Gallardo.
Como pocas veces antes en el ciclo de Marcelo Gallardo como entrenador, River llegó al duelo con Barracas Central por los 16avos de final de la Copa Argentina con el ánimo deterioriado por los malos resultados recientes, pero sobre todo por un funcionamiento que caracterizó a casi todos los equipos durante estos ocho años y que seguía sin aparecer.
En ese contexto, el DT entendió que debía volver a las fuentes e hizo varios cambios en la formación, aunque lo que resultó vital fue la conformación del mediocampo, con los regresos a la titularidad de Santiago Simón y Agustín Palavecino.
El juvenil volante por derecha había perdido su lugar por una merma en el rendimiento que sintió sobre todo a partir de que se lesionó Robert Rojas, su socio en la banda en el campeonato que ganó el Millonario en 2021.
El ex Deportivo Cali, en cambio, había sido sustituido para cederles la posibilidad de entrar a futbolistas que aportaban mayor cambio de ritmo como Nicolás De La Cruz o Esequiel Barco.
Luego de sucesivas pruebas con José Paradela, Tomás Pochettino y otros nombres que no terminaron de afirmarse, el Muñeco decidió apostar una vez más este miércoles por los que hasta diciembre pasado eran fijas en el once inicial.
Los resultados estuvieron a la vista: Simón fue uno de los más activos y punzantes en ataque en la primera etapa, mientras que Palavecino la rompió en el complemento y coronó su actuación con dos goles.
Claro que esta vez no estuvieron en el eje Enzo Pérez (lesionado) ni Enzo Fernández (vendido al Benfica), pero los destacados aportes de Rodrigo Aliendro y el correcto partido de Bruno Zuculini contribuyeron para que el medio de River fluyera sin inconvenientes.
La búsqueda de un equipo “de memoria” sigue siendo una deuda en lo que va de 2022. De hecho, los únicos que permanecen en el plantel y hasta ahora no fueron reemplazados en algún momento de la temporada por cuestiones futbolísticas son Franco Armani, Milton Casco y Enzo Pérez. Esto da cuenta, también, de que al propio entrenador le está costando más de lo común hallar la mejor versión de sus dirigidos.
“Se fueron muchos jugadores, llegaron otros tantos. No es una excusa, pero no tuvimos mucho tiempo de parate. A veces las mitades de año nos hacen bien y esta vez nadie pudo parar. Eso nos costó, no llegamos en buena forma a los partidos decisivos. Si bien hicimos una muy buena primera parte de Copa Libertadores, a los octavos no llegamos de la mejor forma. Ahora a pensar en reconstruir un nuevo equipo e intentar consolidarlo”, reflexionó Gallardo en diálogo con TyC Sports tras el triunfo de anoche.
Seguir en pie en la Copa Argentina y haber mostrado una cara ostensiblemente más sólida es un buen primer paso. A partir de ahora, River buscará seguir por este camino y empezar a consolidarse para los dos objetivos que le quedan. Como el año pasado, deberá hacerlo después de la eliminación internacional.