Un River valiente que camina hacia adelante
El Millonario volvió a hacerse fuerte en un partido muy complejo, sigue completando casilleros para afirmarse como un gran equipo y se ilusiona en los dos frentes.
Las semanas más duras de competencia en el primer semestre de 2023 ya comenzaron para River. El equipo de Martín Demichelis sabe que en pocos días tendrá que ir a Brasil y también disputar el Superclásico, pero antes de eso se sigue curtiendo en la adversidad, en base a su fútbol, su inteligencia y su coraje.
Tal como había sucedido en Rosario, en un encuentro de diferentes características pero igualmente complicado, frente a Sporting Cristal los de la Banda Roja no cedieron ante los obstáculos que se le plantearon y se mantuvieron firmes en su objetivo de obtener tres puntos fundamentales para acomodarse en el Grupo D de la Copa Libertadores.
“Fue una jugada fatídica, porque nos quedamos con un hombre menos y además nos hicieron el 2-2″, reconoció el DT en conferencia de prensa sobre la acción de la expulsión de Enzo Díaz que pudo haber condicionado sus planes. El contexto parecía pedir el ingreso de Andrés Herrera o Elías Gómez para rearmar la línea de cuatro hombres atrás, pero un inspirado Micho vio un poco más allá y su osadía tuvo premio.
La decisión de incluir a Rodrigo Aliendro para fortalecer el mediocampo y atreverse a sostener los tres en el fondo le permitió al Millonario no resignar su búsqueda del arco de enfrente y el ingreso de Pablo Solari la complementó a la perfección.
Por adentro y por afuera, River creció cuando el trámite lo empujaba a desmoronarse y desconcertó a los peruanos que en poco más de 15 minutos del complemento se encontraron ya dos goles abajo, una diferencia desde lo anímico y lo futbolístico imposible de remontar.
Si el que le ganó a Newell’s fue el primer partido que le tocó de pierna fuerte, de gol gana y de aprender a sufrir para poder festejar, el de este miércoles fue tal vez el bautismo copero de un ciclo que se afianza a partir de los aciertos de su entrenador y de la confianza de sus futbolistas.
La llegada de Marcelo Gallardo en 2014 tuvo un impacto inmediato y el sensacional despliegue de aquel equipo suyo hizo que el romance con los hinchas se diera casi a primera vista. A Demichelis, aún siendo de la casa, muchos lo miraron de reojo en sus primeros meses por su falta de experiencia dirigiendo en Primera División y sobre todo por ser el heredero de una era que dejó la vara en lo más alto. Hoy son cada vez más los adeptos a su proyecto, a su idea de juego y a su convencimiento.
En lo físico, en lo mental y en lo táctico, River volvió a ser el que durante tanto tiempo sostuvo el Muñeco y se había perdido en 2022. Quizás con otras variantes, pero siempre decidido, con sus formas y yendo al frente, un estilo que en Núñez no se negocia.
Se vienen Independiente, Atlético Tucumán, Fluminense y Boca, una seguidilla que determinará realmente dónde están parados un plantel y un cuerpo técnico que siguen rindiendo pruebas y reavivan la esperanza de los riverplatenses, quienes asisten a la cautela que les pidió su conductor, pero ya sueñan con ir por todo.