River, entre el progreso, la paciencia y la Copa

El mes de junio que trajo el inicio de un nuevo campeonato en el fútbol argentino parece haber ido de menor a mayor para un River que de a poco se va encontrando con su equipo titular, con un mejor nivl y sobre todo con los triunfos.

Poco más de media hora de presión, verticalidad y muy buena circulación de juego le bastó anoche al Millonario para sacar una ventaja que se le hizo irremontable a Lanús, a pesar del rápido descuento y de que los del Muñeco mostraron algunas fisuras en defensa.

En vísperas de una nueva serie de Copa Libertadores, un desafío de los que le gustan al DT y alimentan su hambre de competitividad, los síntomas positivos que acompañan las victorias se acumulan para soñar con un semestre auspicioso.

Todavía con Julián Álvarez a disposición, con la vuelta de Paulo Díaz para conformar la zaga central, sin nuevos lesionados (Nicolás De La Cruz salió por precaución) y a la espera de que Matías Suárez y Milton Casco estén para sumar minutos, el plantel empieza a ofrecer más variantes.

Del encuentro contra el Granate, también pueden rescatarse el nuevo tanto de Braian Romero que quebró definitivamente su racha negativa y la destacada actuación de José Paradela que lo posiciona como posible titular en Liniers.

Claro está que será la inminente llegada de refuerzos la que le dará la tranquilidad al conductor del grupo de que cuenta con lo necesario para la etapa decisiva del certamen continental. De hecho, este sábado también se llegó a un arreglo con Colón para que Lucas Beltrán y Rodrigo Aliendro (la primera cara nueva que se sumará el lunes) puedan jugar desde octavos de final.

Sabe bien Gallardo que la pérdida de su goleador será difícil de paliar y que el salto de calidad para pasar de ser un buen equipo a un candidato dependerá de acertar en la llegada de su reemplazante.

“Luis Suárez y Miguel Borja son posibilidades. Creo que alguna de las dos claramente va a suceder”, dijo en conferencia de prensa con un semblante mucho más relajado que el que había mostrado para pedir más agresividad en las negociaciones un par de semanas atrás.

En River esperan, se mantienen cautos, pero saben que el tiempo que corre juega a favor para contar con un número 9 de primera clase internacional. Una incorporación fuera de contexto que, al volver a ser mencionada por el entrenador como una posibilidad concreta, mantiene en vilo a los hinchas.

Esta semana se espera la respuesta del uruguayo que por ahora sigue de vacaciones y analiza sus opciones. De este lado del mundo, saben que lo económico no será una traba. Eso sí, para cerrar a su refuerzo estrella, el equipo debe hacer su parte y avanzar en la Copa.

De eso se trata este momento riverplatense. De ganar para consolidarse, de seguir apuntando a más y de sentar las bases a tiempo para soñar con el objetivo de cada temporada. En definitiva, la adrenalina y la ilusión que motivan un proyecto futbolístico que lleva ya ocho años.