Ramón y Emiliano: Díaz de gloria

En 1959 nacían Ramón Díaz y Carlo Ancelotti. En La Rioja (Argentina) y Reggiolo (Italia). Como jugadores se enfrentaron hasta ocho veces, con Carletto entre Roma y Milán y el Pelado entre Nápoles, Avellino, Fiorentina e Inter. Hoy, 34 años después de su último cara a cara, en un derby della madonnina entre Inter y Milán, vuelven a verse las caras. Dos técnicos con algo más que un pasado en común. A su lado en el Moulay Abdellah se sentarán Emiliano y Davide, sus hijos y, además, segundos. Los Díaz contra los Ancelotti, la otra final.

Cuando en Argentina se menciona a Ramón Ángel Díaz, los hinchas de River se ponen de pie. Su nombre se asocia en Núñez a épocas inolvidables, conquistas históricas y un aura triunfal que pocos consiguen. Con la Banda Roja, fue campeón en tres décadas como jugador y en tres como entrenador, un récord que nadie más ostenta. Por eso, a la distancia, los riverplatenses también se alegran con sus victorias.

Siempre ligado desde lo sentimental al club que lo vio nacer, el Pelado forjó una carrera brillante como futbolista, pero terminó de consolidar su idolatría como DT entre la segunda mitad de la década del ‘90 y los primeros años de la del ‘00. Hacia fines de 2012, volvió a un Millonario en reconstrucción y obtuvo otros dos títulos que demostraron su plena vigencia.

Por aquel entonces se hablaba ya de la modernización del fútbol y algunos lo señalaban como un hombre de ideas antiguas, algo a lo que no solo respondió con nuevas vueltas olímpicas, sino también con un aporte vital de juventud en su cuerpo técnico: el de su hijo Emiliano.

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El chico al que su padre también había hecho debutar como jugador se sumó a su grupo de trabajo antes de cumplir los 30 años y comenzó a ser determinante como nexo con los planteles y en la planificación táctica. El legendario riojano, líder autosuficiente por naturaleza, pasó entonces a tener a su lado a su más fiel escudero.

Se marcharon juntos de River y tuvieron una experiencia discreta en la Selección de Paraguay, pero encontraron su nuevo hogar en el mundo árabe. Al-Hilal los cobijó en 2016 y, aunque probaron suerte en otros equipos, regresaron en 2022 para seguir escribiendo páginas doradas.

Hoy, Ramón y Emiliano son campeones de Arabia Saudí y finalistas del Mundial de Clubes. Enfrente estarán Carlo y Davide, que acompaña a su padre desde su etapa en el PSG, como técnico de la cantera parisina. Después llegaría una primera aventura en el Madrid, como parte del equipo de preparadores y el salto al cuerpo técnico, en el Bayern, donde terminó como segundo y hasta hoy, en la vuelta al Madrid tras Nápoles, Everton. Nuevo capítulo en la historia de dos familias de ganadores, los Díaz y los Ancelotti, que parecen no tener límites en su afán de seguir cosechando gloria.