Pol y Pipa empiezan a devolver la confianza

No todos los jugadores llegan y se ponen solos. Por más calidad que tengan algunos, no es sencillo meterse en un equipo y ganarse la titularidad desde la fecha 1. Sin embargo, Darío Benedetto y Guillermo Fernández no entran en la categoría de los que tienen que pasar un proceso de adaptación.

Pol, al igual que a principio de 2020, se calzó la pilcha xeneize y saltó a la cancha. Esta vez, con la numero 8 la espalda, pero con la misma personalidad para cambiarle un poco la cara al mediocampo del equipo de Battaglia. Corre, roba, mete, juega y, como si todo lo anterior fuese poco, también releva.

Pipa no necesita mucha presentación. El 9, que hace no mucho fue jugador de Selección, es diferente al resto: buenos movimientos fuera del área, presencia dentro de ella, remate de media distancia y una capacidad asombrosa para asistir y marcar. Un refuerzo de total jerarquía para soñar en grande durante este 2022.

El Consejo de Fútbol apostó y los repatrió. A uno lo trajeron de México, al otro de España. Con la convicción firme de que iban a rendir, se la jugaron y los fueron a buscar, tomándolos como prioridad dentro del mercado. Hoy, con la pelota ya rodando y la Copa de la Liga ya empezada, ellos empiezan a devolver la confianza en el campo de juego. Esto recién empieza…