BOCA JUNIORS
Boca no reacciona
La gente alienta y apoya, pero el equipo no da la talla. Battaglia no le encuentra la vuelta y camina por la cuerda floja.
El estadio explota, la gente llena las tribunas, el aliento es incesante, las muestras de apoyo bajan desde los cuatro costados, pero desde adentro no emiten el contagio necesario. Pasan las fechas, las semanas, y la historia se repite.
El equipo genera muy poco y el entrenador tira manotazos de ahogado a cada rato. Empieza jugando 4-4-2 y termina un 4-2-4, desesperado, como si tuviera que dar vuelta una serie copera. Pero no, está jugando contra un cuadro que cambió a su técnico hace semanas por malos resultados.
Boca no se despierta. Sigue dormido, sin reaccionar ni poder hacerse fuerte en su estadio, donde tantas veces supo sobreponerse ante rivales de igual o menor envergadura. El presente exige actitud y esa garra que describe al club en cualquier rincón del mundo, pero las actuaciones van en sentido contrario.
La clasificación a la próxima fase del torneo local no corre peligro vaya a saber porqué. En la Libertadores, el panorama es un poco menos alentador, pero tampoco roza lo crítico. Sin embargo, esto va más allá de los resultados de turno. Acá, el tema está en las formas: así no se puede seguir jugando. La historia de Boca exige otra cosa.