Orellano ante el vacío de Almada

La sensación amarga que deja la marcha de Thiago Almada a la MLS deja en Vélez un hueco que va a ser difícil de tapar. Pese a la juventud del argentino, que pone dirección al Atlanta United, el Fortín mantuvo en más de una ocasión el tipo debido a la capacidad que tuvo de echarse el equipo a la espalda. Talentoso, imprevisible y con carácter para dar lo mejor de sí. En Liniers echaran de menos su fútbol, incluso cuando se reflejaba de manera intermitente.

Ahora bien, Mauricio Pellegrino tiene juventud y conocimiento para paliar de la mejor forma posible todo aquello que podría faltarle al equipo ofensivamente. Uno de los nombres que más tienen que rondar en la cabeza del técnico argentino es el de Luca Orellano. Menudito pero habilidoso, con una conducción letal y técnicamente diferencial. No es Almada, pero su capacidad de superar rivales puede ser diferencial, de la misma forma que de encontrar un buen contexto puede ser capaz de sumar en cifras.

Con 21 años Orellano ha heredado el '10' de su ex compañero. Un número con peso por lo que significa siempre en un plantel, y una responsabilidad porque en muchas ocasiones lo porta el "diferente". Y el atacante zurdo puede ser ese futbolista diferente. Que en malos momentos se eche el equipo a la espalda, y que sea demoledor al momento de encarar los ataques ante las defensas rivales.

La zurda que puede conquistar Vélez necesitará de minutos para hacerse con lo que significa ahora su presencia sin Almada en el plantel. El tiempo es lo que acabará diciendo hasta dónde llega, pero si refleja con regularidad los momentos en los que se muestra conectado y letal para los contrarios, será una gran noticia para el Fortín de cara a todas las aspiraciones que tengan en 2022.

Cubrir el vacío que queda no será fácil, pero tiene aptitudes para que Pellegrino confíe en él. Y su temporada será lo que él quiera, pero el futuro de Vélez queda en buenos pies para seguir teniendo ilusión.